El sol apenas asomaba por las ventanas cuando Jisoo abrió los ojos lentamente, desorientada al principio, hasta que notó una figura familiar sentada en una silla cerca de su cama. Minah, su madre, ya vestida impecablemente con su atuendo de empresaria, la observaba en silencio, una ceja levantada y los brazos cruzados.
—¿Y ahora qué hice, mamá? —preguntó con voz ronca, sin estar del todo segura de cuántos problemas había causado la noche anterior, aunque tenía una vaga idea.
Minah soltó un suspiro profundo, pero su expresión no cambió. Sacó una pequeña libreta del bolsillo de su chaqueta y la abrió, empezando a leer con voz calmada, pero firme.
—¿Realmente quieres que te lo lea todo? —preguntó, aunque su tono dejaba claro que no estaba buscando una respuesta—. Muy bien, empezaré por los puntos más importantes.
Jisoo rodó los ojos y suspiró, recostándose contra la almohada, esperando lo inevitable.
—Uno: coqueteaste con todos los empleados de la estancia, en particular con Namjoon, a quien, por cierto, sonrojaste más de una vez. —Minah la miró por encima de la libreta antes de continuar—. Dos: le dijiste a tu madre —y eso que soy yo— que soy tan linda como tú y Jennie, lo cual, aunque es halagador, no era necesario gritarlo frente a todos. Tres: te escapaste del hospital, haciendo que Nam y Jennie te persiguieran como si fueras una niña traviesa.
Jisoo intentó reprimir una sonrisa al recordar vagamente lo sucedido.
—¿Qué puedo decir? El hospital no es un lugar divertido, y Namjoon realmente necesitaba un poco de emoción en su vida —respondió, todavía medio dormida, con una sonrisa pícara.
Minah no se dejó llevar por el comentario y continuó imperturbable—. Cuatro: coqueteaste con el médico joven que te atendió, haciéndolo sonrojar tanto que casi se olvidó de darte el informe. Y finalmente, cinco: estuviste a punto de ponerte a bailar en la entrada de la estancia, hasta que Jennie y Lisa te llevaron a tu habitación a la fuerza.
Jisoo cerró los ojos por un momento, suspirando profundamente. —Ok, sí, suena como una noche bastante... agitada —admitió, abriendo un ojo para mirar a su madre—. Pero, vamos, mamá, no fue tan malo.
Minah cerró la libreta lentamente, mirándola fijamente. —Kim Jisoo, ¿te das cuenta de que ayer casi perdiste la vida? —dijo con su voz grave pero sin perder su tono de autoridad. Ese comentario hizo que Jisoo abriera los ojos por completo, la sonrisa desapareciendo de su rostro.
Minah continuó antes de que Jisoo pudiera responder. —Si no fuera por Nam y Lisa, no estarías aquí, ¿lo entiendes? —Se inclinó un poco hacia adelante, sus ojos fijos en los de su hija—. No puedes seguir haciendo esto, Jisoo. No puedes permitirte perder el control de esa manera.
El silencio llenó la habitación mientras las palabras de su madre entraban profundamente en Jisoo.
Minah, notando el cambio en la expresión de su hija, dejó escapar un suspiro más suave. —Tienes clases en la universidad en menos de una hora —dijo, cambiando su tono a uno más práctico—. Y después de eso, tienes que ir a D&Entertainment. Han llamado al menos cinco veces esta mañana. No sé qué has hecho, pero parece que es urgente.
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"Flight 777: Hong Kong Bound" (Chaesoo - Jenlisa)
FanficEn las bulliciosas calles de Hong Kong, donde los rascacielos se alzaban como gigantes de concreto y acero hacia el cielo, dos destinos se entrelazaron en un giro del destino. Entre el fragor de la vida urbana, donde las luces de neón destellaban co...