El vuelo 777 comenzaba su descenso sobre Seúl, y la ciudad se desplegaba bajo el cielo despejado. Rosé, sentada en la cabina de mando, mantenía su atención en los instrumentos, pero su mente estaba en otro lugar. Con sus manos firmemente en los controles y su copiloto, Haein, a su lado, no podía evitar sentir una creciente emoción en su pecho. Había estado fuera de Corea por varias semanas, y el pensamiento de finalmente volver a ver a Kim Min hacía que su corazón latiera más rápido.
—Torre de control, aquí vuelo 777. Solicitando permiso para aterrizar en la pista asignada —dijo Rosé en tono profesional mientras ajustaba los controles para el descenso.
La respuesta de la torre de control llegó con rapidez, dándoles luz verde para la aproximación final. Haein, que había estado observando a Rosé durante el vuelo, sonrió con un toque de diversión.
—Rosé, no te he visto así de emocionada en todo el tiempo que llevamos volando juntas. ¿Qué te pasa? —preguntó Haein con una sonrisa traviesa.
Rosé soltó una breve risa mientras echaba un vistazo a su copiloto antes de volver a concentrarse en los controles.
—No es nada. Bueno, en realidad, sí es algo... No veo la hora de ver a Kim —admitió Rosé, sus ojos brillando mientras hablaba.
Haein asintió, con una expresión comprensiva.
—Debe ser una persona muy especial para que estés tan impaciente —dijo, con tono cálido.
—Lo es. Estar lejos tanto tiempo... ha sido difícil —Rosé respondió con sinceridad, mientras el avión se alineaba con la pista.
El avión tocó tierra suavemente, y Rosé dejó escapar un suspiro de alivio mientras el peso de las ruedas se acomodaba en la pista. A medida que desaceleraban y comenzaban a rodar hacia la terminal, Rosé no podía evitar pensar en la sorpresa que Kim podría tener esperándola. Habían estado hablando por teléfono y enviando mensajes, pero nada sustituía la presencia física. La necesidad de verla, de sentir sus brazos alrededor de ella, la hacía desear que el proceso de desembarque terminara más rápido.
Después de completar los procedimientos de rigor, Rosé y Haein abandonaron la cabina y se dirigieron hacia la salida del aeropuerto. Mientras caminaban hacia las puertas de llegada, Rosé no pudo evitar acelerar el paso, casi arrastrando a Haein con ella.
—Alguien está ansiosa —se burló Haein, tratando de mantener el ritmo.
Rosé sonrió ampliamente, sintiendo cómo la emoción la impulsaba hacia adelante.
—No tienes idea —respondió Rosé, riendo—. Después de todo este tiempo, lo único que quiero es verla.
Cuando finalmente cruzaron las puertas automáticas, Rosé se detuvo en seco. Frente a ella, entre la multitud de personas que esperaban, estaba Hyeri, su mejor amiga, sosteniendo un cartel que decía en letras grandes y coloridas: "Bienvenida, Piloto del Amor". El cartel estaba adornado con dibujos de aviones y corazones, y Hyeri tenía una expresión de completa satisfacción en su rostro mientras agitaba el cartel con entusiasmo.
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"Flight 777: Hong Kong Bound" (Chaesoo - Jenlisa)
FanfictionEn las bulliciosas calles de Hong Kong, donde los rascacielos se alzaban como gigantes de concreto y acero hacia el cielo, dos destinos se entrelazaron en un giro del destino. Entre el fragor de la vida urbana, donde las luces de neón destellaban co...