En las bulliciosas calles de Hong Kong, donde los rascacielos se alzaban como gigantes de concreto y acero hacia el cielo, dos destinos se entrelazaron en un giro del destino. Entre el fragor de la vida urbana, donde las luces de neón destellaban co...
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La emoción del beso aún flotaba en el rostro de Jennie mientras entraba a la casa principal. Cuando entró, escuchó voces provenientes de su habitación, y con curiosidad se acercó para espiar. Al asomarse, vio a su hermana sentada en la cama, mirando la puerta con el ceño fruncido, mientras su chófer Namjoon sostenía un papel en la mano.
—Aquí tiene, Señorita Kim —dijo Namjoon con tono solemne, extendiéndole el comunicado. Jennie, al escuchar su nombre, frunció el ceño también y entró a la habitación con los brazos cruzados.
—¿Y yo qué tengo que ver con esto? —preguntó Jennie, notando la mirada incómoda de Namjoon.
—Ambas tienen que ver —respondió Nam—. Su madre se enteró de que se estuvieron peleando a los golpes... y mandó un mensaje para ambas.
—¿¡Qué!? —exclamó Jennie, quitándole el papel de las manos. Kim también se inclinó hacia adelante, curiosa y molesta al mismo tiempo. Jennie comenzó a leer en voz alta.
"Kim Jisoo y Jennie Ruby Jane,
Llego a mis oídos que anduvieron peleándose a los puñetazos y tirándose del pelo como dos niñas de cinco años. Esto es completamente infantil para dos jóvenes de su edad y posición. Como castigo, ambas deberán compartir habitación hasta nuevo aviso. Espero que este tiempo juntas les permita reflexionar sobre su comportamiento infantil.
Atentamente, Kim Minah."
—¡¿Qué?! —gritaron al unísono, Kim y Jennie, mirando el papel con incredulida.
La abuela Hye-jin, que estaba cerca, escuchó la lectura y no pudo evitar reírse, tapándose la boca con la mano mientras se sentaba en un sillón cercano.
—Ah, esto es demasiado bueno... —dijo Hye-jin, entre risas—. ¡Parece que están castigadas como niñas pequeñas! Compartiendo habitación... ¡Excelente castigo les dio mi nuera!
—Esto no es gracioso, abuela —gruñó Jennie, aún con el ojo morado de la pelea anterior, lanzándole una mirada furiosa a Kim—. No puedo creer que nos haya obligado a esto.
—¡Yo tampoco! —se quejó Kim, cruzando los brazos y lanzándole una mirada aún más feroz a Jennie—. ¡No pienso compartir nada contigo, mucho menos una habitación!
—Como si yo quisiera estar cerca de ti Vagabunda —replicó Jennie con sarcasmo, acercándose más a Kim, su cara a centímetros de la de su hermana—. ¡Te odio!
—¡Yo te odio más estúpida princesa! —gritó Kim, y antes de que nadie pudiera detenerlas, ambas se lanzaron de nuevo una contra la otra, agarrándose del cabello con fuerza.
—¡Tú empezaste vagabunda! —gritó Jennie, tirando del cabello oscuro de Kim con rabia.
—¡No, tú lo hiciste! —respondió Kim, aferrándose a los mechones rubios de Jennie. Ambas rodaron por la cama, golpeándose y lanzándose insultos y gritos. Namjoon intentó separarlas, pero las dos estaban demasiado furiosas.
