En el Aeropuerto de Italia, Rosé caminaba de un lado a otro con nerviosismo, lanzando miradas rápidas hacia las pantallas de vuelos. Estaba a punto de abordar el avión que la llevaría de regreso a Corea, y aunque el dolor físico había disminuido desde que le dieron el alta, su mente estaba en caos. Junto a ella, Hyeri permanecía de pie, con los brazos cruzados y una expresión severa en su rostro. Suzy, quien había ido a buscar café, estaba temporalmente fuera, pero su presencia seguía rondando en el aire, tensando aún más la atmósfera.
Hyeri, claramente molesta, murmuraba por lo bajo, apenas lo suficientemente fuerte como para que Rosé escuchara sus palabras llenas de frustración.
—No puedo creer que sigas con esta idiota —dijo Hyeri, con los ojos entrecerrados y la mandíbula apretada—. Después de todo lo que ha pasado, sigues con ella. Es patético, Roseanne.
Rosé, sintiendo la oleada de tensión en el aire, dejó de caminar y se giró hacia Hyeri.
—Voy a cortarla, Hyeri —murmuró Rosé, sin poder evitar el tono cansado en su voz—. Te lo juro, cuando lleguemos a Corea, todo esto se va a terminar. Solo... dame tiempo.
Hyeri resopló, claramente incrédula, su mirada fulminante no se apartaba de Rosé.
—¿Tiempo? —repitió con sarcasmo, soltando una risa amarga—. ¿Eso es lo que necesitas, tiempo? Has tenido toda una maldita semana, y en vez de mandarla a la mierda, sigues dándole vueltas. No puedo creer que estés cayendo en esta trampa otra vez.
—Hyeri, basta... —dijo Rosé, exasperada—. No quiero discutir más.
Pero Hyeri no se detuvo. Su enfado era palpable, y su paciencia se había agotado hacía mucho. Siguió murmurando por lo bajo, cada palabra cargada de veneno.
—Eres una estúpida si piensas que va a ser tan fácil. Llegamos a Corea, y Suzy se va a pegar a ti como una maldita garrapata. Te va a comer viva y tú ni te vas a dar cuenta. Lo peor es que sabes que tengo razón, pero ahí sigues, agarrada de ella como una idiota.
Rosé cerró los ojos un momento, respirando hondo para intentar calmarse.
—Ya te dije que la voy a dejar, Hyeri —repitió Rosé, aunque su propia voz sonaba débil—. Solo dame un poco más de tiempo. En cuanto lleguemos a Corea...
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"Flight 777: Hong Kong Bound" (Chaesoo - Jenlisa)
FanfictionEn las bulliciosas calles de Hong Kong, donde los rascacielos se alzaban como gigantes de concreto y acero hacia el cielo, dos destinos se entrelazaron en un giro del destino. Entre el fragor de la vida urbana, donde las luces de neón destellaban co...