En el hospital de Roma, Rosé estaba sentada en el lobby junto a Hyeri, quien la miraba con una expresión de furia contenida. Los brazos cruzados de Hyeri y su mandíbula apretada mostraban claramente que estaba molesta. Rosé, nerviosa y un poco incómoda, esperaba la llegada de Suzy, su ex, mientras Hyeri no dejaba de fulminarla con la mirada.
—Esto es una maldita estupidez, Rosé —dijo Hyeri, sin poder contenerse más—. ¡¿Por qué diablos tienes que encontrarte con esa perra otra vez?! ¡Es una maldita pérdida de tiempo!
Rosé suspiró, sin saber muy bien qué responder.
—Hyeri, no es tan simple. Necesito aclarar algunas cosas con ella... —respondió Rosé en voz baja, sin poder mirarla directamente a los ojos.
—¿Aclarar qué? —espetó Hyeri, casi levantándose de la silla—. ¡¿Qué mierda tienes que aclarar con ella?! Ya te manipuló una vez y ahora estás cayendo en su maldito juego otra vez. ¡Eres tan jodidamente ingenua, Rosé! ¡Me dan ganas de golpearte!
Rosé apretó los labios, sabiendo que cualquier cosa que dijera solo avivaría la ira de Hyeri. Pero antes de que pudiera responder, las puertas del lobby se abrieron y Suzy entró con su usual aire de superioridad. Al verlas, Suzy sonrió de una manera que a Hyeri le resultó insoportablemente arrogante.
—Rosé —dijo Suzy mientras se acercaba—, dile a tu amiga que nos dé un poco de privacidad. Tenemos que hablar a solas.
Hyeri soltó una risa sarcástica y se levantó, encarando directamente a Suzy.
—¿Privacidad? —repitió Hyeri con burla—. ¿Qué te hace pensar que me voy a ir a algún lado? No confío en ti ni un puto segundo.
Rosé se levantó rápidamente, sintiendo que la situación estaba a punto de explotar.
—Hyeri, por favor... ve a la habitación un momento. Esto no va a llevar mucho tiempo, lo prometo.
Hyeri giró la cabeza hacia Rosé, incrédula y furiosa.
—¿Qué mierda estás diciendo, Rosé? ¡¿De verdad me estás pidiendo que te deje sola con esta maldita loca?! —Hyeri escupió las palabras con veneno—. ¡No puedo creer lo jodidamente estúpida que eres a veces!
Rosé cerró los ojos, sintiéndose sofocada por la tensión, y susurró con desesperación.
—Solo será un momento... por favor...
Hyeri la fulminó con la mirada una última vez antes de hacer una mueca de disgusto.
—Eres una imbécil, Rosé —dijo antes de girarse y marcharse furiosa, soltando una última maldición antes de desaparecer por el pasillo.
Cuando Hyeri se fue, Suzy sonrió de forma triunfal.
—Siempre supe que esa chica era insoportable. Me sorprende que aún la mantengas cerca —dijo con desprecio.
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"Flight 777: Hong Kong Bound" (Chaesoo - Jenlisa)
FanfictionEn las bulliciosas calles de Hong Kong, donde los rascacielos se alzaban como gigantes de concreto y acero hacia el cielo, dos destinos se entrelazaron en un giro del destino. Entre el fragor de la vida urbana, donde las luces de neón destellaban co...