Capítulo 37: "Niña inmadura."

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En el Hospital San Giovanni de Roma, Roseanne abrió los ojos lentamente, encontrándose en un entorno desconocido

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En el Hospital San Giovanni de Roma, Roseanne abrió los ojos lentamente, encontrándose en un entorno desconocido. La tenue luz y el olor a desinfectante la hicieron sentirse desorientada. Las sábanas blancas de la cama en la que estaba tumbada se sentían ásperas contra su piel. Una bata médica cubría su cuerpo, y un dolor sordo en su abdomen le recordaba la herida que había recibido. La ciudad de Roma parecía estar en silencio fuera de las ventanas.

—¿Dónde estoy? —se preguntó, mirando a su alrededor con perplejidad. En la pared frente a ella, leyó las indicaciones en italiano: "Zona restringida", "Silencio absoluto" y "Horario de visitas: 8-20 horas".

—¿Italia? —murmuró Roseanne con su voz apenas en un susurro, como si pronunciar esa palabra en voz alta pudiera hacerla más real. Recordaba vagamente el avión, el caos, la sangre...

Intentó moverse, pero el dolor en su abdomen la obligó a detenerse con un gemido. —¿Qué pasó? —se preguntó otra vez, llevando una mano temblando hacia las vendas que cubrían la herida. Al tocarla, la sensación áspera de las vendas y el frío que emanaba de su piel la hicieron estremecerse.

Su respiración se volvió errática mientras intentaba recordar los detalles. La cabina, los disparos... su mente era un remolino de imágenes borrosas. —¡Dios mío! —jadeó, llevando su mano a la boca mientras intentaba controlar la sensación de ahogo que la invadía.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió suavemente. Roseanne se sobresaltó, con el corazón acelerado, temiendo lo peor. Pero al ver quién entraba, sus ojos se llenaron de lágrimas. La figura familiar y tranquilizadora que se acercaba a ella. Y sintió un alivio inmenso al ver a Jin entrar en la habitación.

—Roseanne —dijo Jin, su voz profunda y preocupada.

—Jin… —susurró Rosé, su voz quebrada.

—Estás a salvo. Todo está bien ahora —dijo Jin, aunque su propio tono traicionaba el peso del miedo que aún cargaba.

—¿Qué pasó? ¿Cómo llegué aquí? ¿Dónde están los demás? —preguntó Rosé, su voz llena de urgencia.

Jin hizo una pausa, su mandíbula apretándose mientras organizaba sus pensamientos. —Fuiste herida en el avión... Algún maldito te apuñaló. Logramos sacarte a ti y a los pasajeros, y te trajimos a esta clínica en Roma. Estás a salvo ahora.

—¿Roma? —Rosé se estremeció al escuchar el nombre.

—Sí, Roma —Jin acarició su mano con dulzura, pero su rostro mostraba una mezcla de preocupación—. Ese hijo de perra de Felix te entregó... pero esto no quedará impune.

Rosé cerró los ojos, sintiendo que el agotamiento volvía a invadirla, pero necesitaba saber más.

—¿Y Lee Haein? —preguntó Rosé, forzando su voz a salir—. ¿Está bien?

"Flight 777: Hong Kong Bound" (Chaesoo - Jenlisa)Where stories live. Discover now