Una vez que el avión aterrizó en Corea, Rosé se sintió exhausta. El vuelo desde Italia había sido interminable y no había aliviado la tensión que llevaba dentro. Suzy la rodeaba con afecto, acariciándole el brazo, mientras Hyeri los seguía a distancia, con los brazos cruzados y una mirada crítica. La proximidad de Suzy a Rosé provocaba una mueca de disgusto en Hyeri.
Suzy, al notar la falta de proximidad en Rosé, aprovechó el momento para sembrar más dudas, como acostumbraba.
—Rosé, ¿por qué no me devuelves los besos? —preguntó en un tono suave, pero con una clara intención manipuladora—. ¿Acaso ya no me amas?
Rosé, sintiéndose atrapada entre su confusión y la insistencia de Suzy, apartó la mirada, nerviosa. No sabía cómo responder, no en ese momento. Pero antes de que pudiera decir algo, Eun Chae, la amiga de Suzy que había estado acompañándolas desde el aeropuerto, decidió intervenir.
—Vamos, Rosé —dijo Eun Chae con un tono que intentaba sonar amigable, pero que no escondía su deseo de verlas juntas—. ¿Por qué no simplemente le das un beso? ¿No quieres demostrarle lo mucho que la quieres?
Rosé, sintiendo la presión de ambas, suspiró profundamente. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero en ese momento de debilidad, se inclinó hacia Suzy y le dio un beso largo y suave. No era lo que realmente quería, pero estaba atrapada en un juego que no sabía cómo finalizarlo.
Hyeri, que seguía observando de reojo, no pudo evitar sentir una creciente frustración. Se quitó los lentes de sol con un movimiento brusco, a punto de decir algo, cuando su mirada se fijó en la distancia. A lo lejos, distinguió una figura que conocía demasiado bien: Kim, la hija de Minah. Iba acompañada por su hermana Jennie y una guardaespaldas, caminando hacia ellas en el aeropuerto.
—¡Mierda! —murmuró Hyeri con furia, sin poder contenerse. Luego, sin pensarlo dos veces, se giró hacia Rosé, con el corazón latiéndole rápido y la adrenalina subiendo—. ¡Roseanne Park, mira hacia allá!
Rosé, que aún estaba procesando el beso con Suzy, levantó la cabeza confundida ante la urgencia en la voz de Hyeri. Cuando miró en la dirección que su amiga señalaba, su corazón se detuvo un instante. Ahí, caminando con una elegancia natural hacia ella pero con una clara expresión de frialdad, Kim, su novia con la que Rosé había compartido tanto. Kim, a quien creia que Rosé había muerto, estaba justo frente a ella.
YOU ARE READING
"Flight 777: Hong Kong Bound" (Chaesoo - Jenlisa)
FanfictionEn las bulliciosas calles de Hong Kong, donde los rascacielos se alzaban como gigantes de concreto y acero hacia el cielo, dos destinos se entrelazaron en un giro del destino. Entre el fragor de la vida urbana, donde las luces de neón destellaban co...