Como de costumbre nos reunimos en las nuevas y reconstruidas instalaciones de S.H.I.E.L.D, luego de cada misión. Todos se dirigen a la oficina de Fury, pero yo decido desviarme.—¿Adónde vas?, aún no hemos celebrado— me llama Tony y giro sobre mis talones.
—Lo siento, tengo algo que hacer— le respondo a mitad de pasillo.
Natasha y Banner me miran con el ceño fruncido.
—Aguafiestas— gruñe Stark y río retomando mi camino.
Entré a una habitación al principio del pasillo y salgo con un pequeño bolso con ropa, busco un baño para darme una ducha y cambiarme. 15 minutos más tarde salí con unos vaqueros oscuros, una camisa blanca, encima una chaqueta de cuero marrón y unas Vans a juego.
—Te ves bien— comenta Phil tomándome de sorpresa por detrás.
—No puedo entrar a la habitación lleno de escombros y oliendo a trapo remojado— respondí con una sonrisa y Phil rió.
Chocamos los puños y seguimos con nuestros respectivos caminos. Mi destino final no está muy lejos, pero por alguna razón revivo la pelea con Luke.
—Quién lo diría, el Capitán América siendo usado como saco de boxeo— comenta Luke a la vez que me lanza un nuevo golpe a la sien.
6 minutos amarrado a esta silla sin poder defenderme, faltan 4, tengo que resistir un poco más. Me golpea en el estómago sacándome todo el aire, aprieto la mandíbula y empiezo a toser. Ríe como lunático mientras trato de recuperarme, se aleja y se deja caer en el piso con la vista en el reloj.
—7 minutos, el tiempo vuela cuando te diviertes— dice con aire de superioridad.
Deslizo mis manos una y otra vez dentro de las esposas tratando de liberarme, hay muy pocas posibilidades de que logre sacármelas, pero no pierdo nada intentando.
—Tú estás aquí, aguantando por ella. Mientras duerme plácidamente rodeada de los aparatos más costosos y la mejor atención— se detiene frente a mi y ataca de nuevo—. Tanto por una niña malcriada que no sabe ni dónde está parada, tanto para que en unos años la parejita del año se desintegre.
Me golpea en la cabeza y rostro repetidas veces, luego en el abdomen.
—El último minuto Cap ¿estás listo?
—Puedo hacerlo todo el día— lo reto y sonríe victorioso, unos segundos después se abalanza sobre mi haciendo que caigamos sobre el espaldar de la silla, la cual se hace pedazos.
Lanza golpes precisos y con más fuerza. Todo está claro hasta que recibo un golpe en el lóbulo temporal.
—Steve— me saludan las amigas de Brooke poniéndose de pie.
Noto un movimiento raro en la habitación, pero trato de disimularlo, algo me causa mala espina.
—Jane, Emily— las saludo de vuelta y ambas me dan un corto abrazo.
Las chicas retoman sus puestos y me quedo de pie observando a Brooke, sobre la camilla.
—¿Cuántos días faltan para el Juicio Final?— pregunta Emily con voz quebrada.
El Juicio Final era el nombre que le habían puesto al día límite en el que, se supone, Brooke debería despertar.
—Un mes exactamente— respondo.
Jane se quiebra y empieza a sollozar en el hombro de su amiga, no puedo evitar sentir empatía por la escena y palmeo la espalda de la castaña en forma de apoyo.
—¿Crees que despierte?— pregunta Emily calmando a su amiga.
—¿Quieres oír mi opinión o estadísticas?
—Tu opinión— responde.
Realmente me siento inquieto ante la situación y respondo un simple si. Estoy desesperado, no hay nada que pueda hacer para traerla de regreso, lo único que me queda es esperar. El día límite tendrán que desconectarla y esperar a que respire por si misma, sino lo hace, muere.
—Nos tenemos que ir— le dice Emily a Jane, se ponen de pie y me dan otro abrazo.
Algo está mal. Reviso las intravenosas y asegurándome de que todo esté en su lugar. Junto a Brooke, encuentro una gaveta entreabierta, me acerco con el ceño fruncido y la abro completamente. Fruncí el ceño al descubrir un arma adentro, agarro un pañuelo y saco el objeto envolviéndolo con la tela. Alguien trajo el arma a la habitación, con buenas o malas intensiones, pero deja mucho que pensar.
Salgo de la habitación con el arma y me dirijo al laboratorio para tomar las huellas dactilares. La habitación se encuentra vacía lo cual resulta beneficioso. Dejo el arma sobre la mesa y busco una lámpara de rayos ultravioleta.
—Espero encontrar algo— susurro para mi mismo y apunto con la linterna al objeto.
El arma está limpia.
—¿Qué haces?— pregunta Banner a mis espaldas, me aparto dándole una vista perfecta del arma—. ¿Qué es?
—La encontré en una gaveta junto a la cama de Brooke— respondí apagando la lámpara—. Quien la haya llevado a la habitación fue bastante listo, no dejó rastro.
—Muchas personas entran y salen de la habitación. Cualquiera pudo haber sido— dice Tony y me giro sorprendido—. ¿Qué?— pregunta y niego.
—No noté que estabas aquí.
—El arma está cargada, tiene silenciador y no tiene el seguro— interrumpe Banner, hago una mueca.
—Revisen las cámaras de seguridad— propone Tony llevándose una papa a la boca.
No va a ser fácil pues sólo tienen acceso los agentes como Coulson o el mismo Fury. Agarro el arma de nuevo envolviéndola.
—¿Adónde vas ahora?
—¿Desde cuando te importo tanto Stark?— pregunto Steve con diversión.
—Oh, no me importas. Sólo quería saber cuántas pizzas debo pedir. Creo que serán 3 de tamaño familiar— responde el castaño con sarcasmo y se lleva un celular a la oreja.
Salgo de la habitación y caminando por el pasillo me encuentro con Nick quien me pide que lo siga.
—¿Cómo está la chica?— pregunta finalmente sentándose en su escritorio.
—Ella tiene un nombre— respondo sin ganas, abatido y confuso por el arma—. ¿Qué hago aquí?
—Sólo quería hablar sobre tu rendimiento con el equipo, ya no eres el mismo, estás disperso y yo sé porqué— habla con ambas cejas levantadas.
Se reclina en la silla y recarga sus pies sobre el escritorio, cruzando las piernas.
—¿Qué quiere decir?— pregunté inclinándome hacia adelante.
—Que deberías tomarte unas vacaciones hasta que Brooke despierte.
—No lo creo— me limito a decir.
—Yo creo y digo que si— dice y se reincorpora en la silla—. Vuelve a casa, hoy no harás guardia— sentencia Fury poniéndose de pie, me da una última mirada y sale de la oficina.
Me quedo en la oficina unos minutos más analizando cada palabra de Fury, finalmente decido irme a casa.
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They're Gonna Need More Than a 2nd Chance (ECAYT#2) ©
Fanfiction¿Existe tanta maldad en un ser para ser capaz de jugar con la mente de otra persona? En las renovadas instalaciones de S.H.I.E.L.D, el súper soldado Steve Rogers, se ve arrastrado en una tortuosa situación gracias a la inconsciencia de Brooke. Las...