They're Gonna Need More Than a 2nd Chance (ECAYT#2) ©

Voices

Capitulo dedicado a: Jabieraxflo, Dania-22 y Princesa_Glez

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Me miro en el espejo otra vez con dudas sobre mi cabello. Había intentado recogérmelo con una cola, pero algo llamó mi atención, había cabellitos que resaltaban más que los demás, no eran castaños sino azules, como mis ojos, pero más metálico. Logré contar diez y cada vez que me pegaba la luz brillaban, como si estuvieran cubiertos con brillantina.

—¿Brooke estás bien?— pregunta Ximena desde afuera.

—Si, ya salgo— respondo tejiendo mi cabello en una trenza.

Examiné por ultima vez la marca en mi brazo, ojos y cabello. Salí del baño con una pequeña sonrisa que ella me devolvió.

—Hoy empezará tú entrenamiento— anuncia y frunzo el ceño.

—¿Para qué?— pregunté mientras caminábamos a la sala, donde nos esperaba Luke.

Yo llevaba un jean y una blusa de tiros de Ximena, el yeso no me daba la libertad  de usar suéteres lo que no me agradaba. Ella vestía un top y short que dejaban poco a la imaginación y Luke unos vaqueros y una camisa negra con corte en V que resaltaba su figura.

—Es evidente que S.H.I.E.L.D quiere capturarnos de nuevo, tienes que estar lista para cualquier situación— interviene Luke y lo miro mal.

—¿Pretendes que aprenda a defenderme con un solo brazo?

—Brooke, tú puedes acabar a un hombre con un solo brazo— apoyó Ximena con recelo, mirando sus uñas.

No supe como tomar su comentario. Sin más que decir nos dirigimos al pasillo y luego a las escaleras. Yo bajaba detrás del dúo dinámico que susurraba cosas entre si.

No sabía si estaba molesta porque no me dejaban escuchar su conversación o el hecho de que Ximena enlazaba su brazo al de Luke con insistencia. Sólo una amiga ¿no? Blasfemias.

Llegamos al auto, una Hummer negra h3, y Ximena se sentó tras el volante, Luke me cedió el de copiloto. Es extraño, hace unos minutos estaban bien juntos y ahora no quería estar sentado junto a ella. Tal vez estoy siendo exagerada e irritante.

El camino fue silencioso ya que nadie quería interrumpir las alegres canciones que elegía Xime, abreviación que elegí debido a su fastidioso nombre.

—Tenemos que entrar por la parte de atrás— anunció la chica y me bajé de la camioneta.

No había mucha gente alrededor, pero las gorras y los lentes oscuros nos ayudaban a disimular nuestra apariencia en cualquier caso.

Rodeamos el gran edificio que parecía abandonado, Luke pateo la puerta trasera a petición de Xime, y esta cedió fácilmente.

Las luces estaban encendidas, todo se veían limpio y el lugar estaba bien acondicionado. Escuché una puerta abrirse y todos mis sentidos se activaron. De la oficina, a unos metros de nosotros, salió un chico de cabello negro, ojos claros y tez blanca.

Aleck Smith, 25 años. Entrenador de kick boxing, boxeo, artes marciales. Una hermana, Ximena Smith, padres difuntos, no representaba una amenaza en estos momentos.