They're Gonna Need More Than a 2nd Chance (ECAYT#2) ©

Meeting

—Hay algo más...— habla Fury antes de llevarse el teléfono a la oreja. Lo miro neutra y alza ambas cejas—. ¿Por qué debería confiar en ti? Por ti mataron a Steve— me quedé callada, no sabía bien qué responder. Me sentí vulnerable y mis ojos empezaban a cristalizarse—. No importa— suelta después de un rato y lleva el teléfono a su oreja.

[...]

—Este es el laboratorio en el que Tony y yo trabajamos, y pasamos la mayoría del tiempo cuando hay una misión o algo nuevo que investigar— señala Banner con una pequeña sonrisa y asiento analizando el lugar.

Aquí podría obtener los materiales para tu forma física..

Suena prometedor.

—¿Qué hay en aquellas habitaciones?— pregunto señalando específicamente las dos últimas ya que Banner se las había saltado.

—Eh... En esas no se es permitido entrar, solo lo que te mostré— habla un poco nervioso y me limito a asentir.

Fury le ordenó a Banner que me guiara por las instalaciones y me presentara al personal, hasta ahora había conocido el ala Este, a Natasha, Clint y el agente Phil Coulson. El ultimo me había echo recordar a Steve por lo que estuve sensible durante unos momentos.

—¿Algo más?— pregunto para cambiar de tema y niega con la cabeza—. ¿Donde dormiré?— me indica que lo siga con la mano y asiento—. ¿Puedes intervenir el sistema de seguridad de S.H.I.E.L.D?— murmuro reduciendo la velocidad para no ser oída por el doctor.

Lo estoy intentando, su software es mejor que el de la señorita Ximena.

—Aquí es— dice de repente señalando una puerta a su derecha.

—Gracias Dr Banner— suelto con una pequeña sonrisa y asiente para irse. Empujo la puerta corrediza y dos chicas me sorprenden—. Uh... Lo siento creo que me equivoqué de habitación.

—Claro que no tonta— interviene la castaña y frunzo el ceño.

Ambas chicas se acercan sonrientes y me abrazan.

¿Qué demonios?

—Ehm.. No quisiera herir sus sentimientos, pero ¿Quiénes son?

—¿No nos recuerdas?— pregunta la rubia y niego con la cabeza—. Somos Emily y Jane.. Tus mejores amigas— habla con un poco de desilusión.

—A ver, Jarvis ayúdame— murmuro cabizbaja.

Jane y Emily son amigas desde la infancia. Ambas nacidas en 1998. Estudiaron juntas en la universidad y suelen reunirse en el Starbuck de la Octava con la 36 WS.

Jane.. Emily..

—¡Chicas!— chillé abrazándolas con fuerza. Las tres empezamos a reír y luego nos separamos—. No puedo creer que las haya olvidado. Lo siento tanto.

—Eso no importa, estamos al tanto de todo— suelta Jane con una sonrisa, Emily asiente y sonríe igual que la castaña.

Me guían hasta una cama y nos sentamos formando un círculo.

—¿Qué tienen para contarme?— pregunto con una sonrisa amplia.

—Estoy en una especie de "relación" con Bruce— suelta de primera Jane y abro los ojos de par en par.

—¿Bruce Banner?— pregunto y asiente—. ¿Hulk?— asiente de nuevo.

—Si, es difícil de creer— interviene Emily y sigo boquiabierta—. Yo sigo soltera por si te interesa— habla con sarcasmo y la golpeo en el hombro.

—¿Y qué hay con el color de ojos y uñas?

—Efectos secundarios, nada relevante.

—Podría usarte de mini-teca en una fiesta ¿Segura que no puedes cambiar de color?— habla Emily y la miro mal.

—Muy graciosa— digo con sarcasmo y ambas ríen—. ¿Qué hay de Los Vengadores? ¿S.H.I.E.L.D?— pregunto bajando un poco la voz, me muerdo el lado interno de la mejilla y mis amigas intercambian miradas.

—Sabemos que Steve...— empieza Jane y mira a Emily que sólo asiente—. Murió.

—El no murió, fue asesinado— corregí con rabia.

Sentí las lágrimas arder en mis ojos, pero me las tragué. Soy patética.

¿Por qué?

Bueno estoy sufriendo por un chico que ni siquiera conozco, o al menos no recuerdo, y solo sé su nombre porque él mismo me lo dijo.

—No te sientas mal, sabemos que no fue tu culpa— me apoya Emily y me limito a asentir.

S.H.I.E.L.D estaba diciendo que era mi culpa.. Ellos lo asesinaron, no yo.

—Por otro lado, Tony sigue con su extraño sentido del humor e inventos locos, Natasha y Clint se han vuelto bastante cercanos a nosotras. Son buenas personas.

—Si, claro— murmuro sin ganas y las chicas me regalan una sonrisa comprensiva, en sus ojos se podía ver preocupación, estaban ocultándome algo.

—Tengo cosas que hacer— solté después de un rato de silencio—. Las quiero.

—Nosotras también— hablan al mismo tiempo y luego ríen.

Camino a la puerta con los puños cerrados y salgo de la habitación.

—Jarvis..

¿Si?

—¿Dónde hay una conversación importante por aquí?— pregunto dando grandes zancadas hacia el pasillo en donde estaba la oficina de Fury.

En el segundo pasillo, antes de la oficina de Nick Fury hay algo que puede interesarle. Debe darse prisa.

—Gracias.

—Brooke— escucho que me llaman a mis espaldas y me giro rápidamente—. Hola.

—Hola— le devuelvo el saludo y se acerca con pasos lentos.

Sus ojos parecieran analizar cualquier mínimo detalle que no estuviera en orden.

—Hey Nat, tenemos un problema— la interrumpe Clint apareciendo a sus espaldas y sonrío para mis adentros.

—¿No puedes hacer nada sin mi?— cuestiona ella con una ceja levantada y se vuelve hacia mi—. Terminaremos esta conversación luego— suelta un suspiro y se gira hacia hacia Clint.

—Seguro, cuando quieras— fuerzo mi mejor sonrisa y se va con él.

Eso estuvo cerca.

—Así es— susurro y retomo mi camino.

Mantenga distancia, el pasillo está a pocos pasos.

Regulo mi respiración y me apego a la pared lo más que puedo.

—... Cree que lo asesinó— susurra una voz desconocida para mi—. No pueden jugar con su mente de esa manera.

—Ni siquiera lo recuerda, es como si nunca hubiera pasado— interviene otra voz con cierta gracia.

—Para eso planeamos esto, tú la harás sentir mejor hasta que todo esté listo— esta voz fue un poco más brusca y segura.

El tono de las voces fue disminuyendo y traté de acercarme un poco más.

—.... Está haciendo un gran trabajo con su mente... Si, pero... Cree que es su amigo, mientras siga así podremos distraerle hasta que se recupere o él y yo creemos algo para apresurar el proceso.

—No quiero que le hagan daño— habló la primera voz y seguidamente escuché pasos.

Me alejé dando largas zancadas y cuando estuve fuera de peligro corrí hasta llegar a mi habitación.