They're Gonna Need More Than a 2nd Chance (ECAYT#2) ©

Manipulation

Capitulo dedicado a: @jimenabecerra72 y @melissacc6

[...]

La habitación había cambiado. Todo era antiguo. Era grande, tenía de esas peinadoras viejas con perfumes y algunas fotos, había una gran ventana que daba hacia el patio trasero. Era de noche.

Es extraño, estaba segura de haber llegado a un departamento con Luke y Emily.

¿S.H.I.E.L.D me habrá capturado? No creo que me encerraran en una cabaña.

Varios flashes en forma de recuerdos se cuelan en mi mente.

"Esta es la casa de mis tíos, solía venir cuando era pequeño. Murieron hace años así que podemos quedarnos aquí un tiempo"

"La casa esta un poco deteriorada, pero aún es habitable"

"Te golpeaste la cabeza cuando caíste al pisar las espinas"

"Puedes dormir aquí, yo estaré en los muebles si me necesitas"

Creo que los flashes son lo que pasó en realidad. No lo que yo creía, seguramente lo soñé... Quién sabe.

Bajé las escaleras dando pasos silenciosos. Algunos escalones rechinaban cuando mis pies se posaban sobre ellos, era escalofriante.

En la sala todo estaba a oscuras, noté una sombra sobre uno de los muebles, un abultado. Caminé hasta el mueble que se encontraba frente a el bulto, me senté y lo observé.

—¿No puedes dormir?— pregunto y él abre los ojos sorprendido.

—No— responde apartando las sábanas, dejando su abdomen expuesto—. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí abajo?

—La habitación me da miedo— suelto dejando caer mi espalda en el acolchado.

Luke ríe y vuelve a arroparse.

[...]

De repente había recordado todo, a Steve, S.H.I.E.L.D, Los Vengadores, el Dēceptōris, mis habilidades, el secuestro, la violación...

Me senté en el borde del mueble frente al castaño que aun dormía. Tenía que huir antes de que abriera los ojos. Me levanté alternando la mirada entre Luke y el suelo, estaba segura de que no tropezaría con algo, pero la madera crujía en ciertas partes, las cuales no conocía.

Había logrado pasar a Luke, estaba a dos metros de la puerta que seguro crujiría al abrirla, pero si despertaba al menos ya estaría afuera.

Di un nuevo paso y la madera no sólo crujió, la tabla se picó por la mitad. Obviamente Luke se alarmó, se levantó y miró a todos lados buscándome. Pude ver cierta ira en su rostro. No podía perder tiempo.

Eché a correr y él me siguió, logré salir hasta el pórtico, pero no más. Me sujetó de la cintura y subió a su hombro.

—¡Bájame!— grité pataleando.

Esa fuerza bruta que supuestamente tenía no aparecía, o quizás él es más fuerte. Me tiró en el mueble y me inmovilizó por completo utilizando su peso, sacó una gran inyectadora, con un liquido azul, de la parte trasera de su pantalón, y la clavó en mi lóbulo occipital. Gemí por el dolor que me había causado la inyección, eso me asustó un poco porque se supone que no siento dolor.

—Ahora vas a olvidar— dice y se aleja.

Mi cuerpo estaba dormido, pero mi mente se mantenía activa tratando de reunir la mayor cantidad de información de Steve posible. Mis esfuerzos fueron inútiles porque poco a poco fueron desapareciendo.

Mi mente tuvo un bajón, como si a una computadora la hubieran desconectado y re-conectado.

—¿Luke?— lo llamo confundida, llevo una mano a mi cabeza debido a un dolor punzante—. ¿Qué me pasó?

—Te desmayaste— dice dando pasos hacia mi, me siento en el borde del mueble con él ceño fruncido.

Intento levantarme, pero caigo. Luke me sostiene de los brazos antes de que mis rodillas toquen el suelo.

—No siento mis pies.

—Son efectos secundarios del Dēceptōris, estarás bien— dice y asiento.

—¡Están rodeados! ¡Salgan de la casa con las manos en alto!— se escucha desde afuera.

Los ojos de Luke se abren de par en par, suelta una maldición y me toma entre sus brazos.

—¿Adónde vamos? ¿Quiénes son ellos?— pregunto rápidamente, Luke me cargaba hacia el segundo piso saltándose los escalones de dos en dos.

—Tienes que huir, S.H.I.E.L.D nos encontró— dice empujando la puerta, divisé una gran habitación que no me dio tiempo a detallar, el castaño abrió la ventana y me sentó en el marco.

—¡¿Qué haces?!

—Brooke escúchame— exige tomando mi rostro entre sus manos—. Tienes que huir, no sientes dolor así que puedes rodar perfectamente por el tejado, caerás y un metro más abajo hay una empinada. Rodarás como un tronco— explica y sigo paralizada—. Yo los entretendré mientras tu huyes.

Miré abajo con miedo. ¡Yo no puedo saltar por el tejado! Me volví hacia Luke indecisa.

—Está bien— acepté girando mi cuerpo hacia afuera, pasé saliva—. Necesitaré ayuda para rodar— dije y me empujó, caí, para mi suerte, boca arriba y enseguida mi cuerpo empezó a rodar, cada vez con más velocidad.

Llegué al suelo y miré a todos lados en busca de algún agente. En ausencia de alguno empecé a arrastrarme, tenía rasguños en los brazos, pero nada serio. Logré llegar a la empinada y me dejé llevar por la gravedad.

—¡Ve por ella!— gritaron.

Alguien me había visto y ahora venían por mi. Yo seguía rodando golpeando todo tipo de arbustos y plantas, podía escuchar pasos corriendo a lo lejos.

Llegué hasta un río y paré abruptamente debido a un gran árbol en el camino, mi brazo derecho se había estrellado contra el tronco. Escuché el hueso crujir.

—¡Brooke!— mi corazón se detuvo, miré a todos lados en busca de un escondite.

Encontré un tronco hueco y me adentré en él, mi cuerpo era justo a la medida. Recogí un poco mis piernas y acomodé mi brazo malo junto a mi. Tenía un gran morado en el antebrazo, supongo que por la fractura.

—¡Brooke!— escuché gritar de nuevo.

Esa voz me hacía estremecer, la conocía de algún lado. Era gruesa y melodiosa, simplemente encantadora.

Unas botas azules pararon frente a mi. La sangre se me heló, el hombre estaba frente a mi, si llegaba a hacer algún ruido me encontraría. Algo en mi quería ser encontrada, pero no debía, S.H.I.E.L.D eran los malos. A los lejos se escuchaban gritos, golpes y estruendos.

—Tenemos que volver, Luke huyó— habló una segunda voz que se acercaba.

Fruncí el ceño. También conocía esa voz.

—¿Encontraste a la chica?— pregunta una tercera voz.

—No, la perdí. Otra vez— murmuró la primera voz.

Se podía percibir desilusión en su tono, me dolió escuchar eso, su voz había estado relativamente animada hace unos segundos, ahora estaba apagada.

—Ya la encontraremos.