Pistes

966 70 4
                                    


Algo está mal, puedo sentirlo. No veo nada desde que esa pequeña chispa se apagó, creo que la chispa hablaba. Más bien me hablaba, a mi. Pero no entendía lo que decía, siento que algo me falta ¿Un objeto? ¿Algo físico? ¿Quizás abstracto? ¿Un... Alguien?

No lo entiendo. No sé dónde estoy y mi mente está en blanco. No tengo ningún que recuerdo que me relacione con algo o alguien. No siento miedo o alguna otra emoción, o quizás si, sólo que no sé que se siente sentir. Cuando la chispa estuvo frente a mis ojos podía percibir tristeza y nostalgia, tal vez yo no sepa sentir, pero puedo percibir e identificar mi alrededor.

¿Qué era esa chispa? ¿Qué representa? ¿Por qué aparece y desaparece? ¿Qué se supone que soy?








Faltan cuatro días y aun no despierta. Siento como el remordimiento me consume. Tony dijo que un día antes despertaría... He esperado varios meses ya, ¿Qué son cuatro días más?.

—Jane, necesito que vengas un momento— la llamé entrando a la habitación asignada a Brooke—. Es Emily, necesitamos encontrar su cuerpo.

—Ehm... Si, en el departamento de la chica... Uh, ella se llama...

—Ximena— dije, pero ella se mostró indecisa al respecto.

—No lo sé, supongo que si— murmuró y me dio la dirección del lugar.

He notado que los últimos días se ha comportado distante. Como si algo le preocupara.

—¿Puedes ir con Natasha? Tiene algo que contarte.

—No soy una niña a la que tienes que encargar— gruñe cruzándose de brazos.

—No quiero que te pase nada, trato de mantenerte a salvo, pero tengo cosas que hacer. Ella puede protegerte y enserio, tiene algo que contarte— aclaré señalándole el pasillo que debe tomar y asiente más tranquila.

Salí de las instalaciones con el plan de no volver sin pistas. Pistas que conseguiría en la dirección que Jane le dio.

Y pensar que cada día es un día menos para que despierte de una vez o posiblemente nunca lo haga. Aquello me pone los pelos de punta, el estómago se me revuelve y un nudo se forma en mi garganta.

Llegué a la estructura y mis ojos aprecian la semejante vista que tenía enfrente. Era uno de los edificios más elegantes de la ciudad, con departamentos de lujo. Algo un tanto exclusivo y un poco desagradable para mi humilde gusto. Antes de bajar del auto subo la cremallera de mi chaqueta, me coloca una gorra y lentes para disimular mi apariencia.

—Disculpe— llamo la atención de la administradora—. Buenas tardes, ¿Cuál es su nombre?

—Elena, ¿En qué puedo ayudarle?— pregunta la mujer sonriendo ampliamente, le regreso la sonrisa.

—Elena, necesito saber cuál es el departamento de Ximena Smith.

—¿Ximena Smith? Lo siento, pero no puedo dar esa información a desconocidos— dice Elena insegura.

Saqué mi placa de S.H.I.E.L.D y se la mostré.

—Es un asunto de Seguridad Nacional— dije y guardé la placa dejándola anonadada.

Ciertamente el mundo podría estar corriendo peligro dependiendo de lo que pueda encontrar o lo que planee el duo lunático, como les apoda Tony. La mujer, aun sin palabras, busca en la computadora, pero no lo encuentra haciendo que dude por unos segundos.

—Emily Thompson ¿Quizás?

—Ehm... Si, es el E-106 piso 1— responde y asiento complacido.

Me dirijo a los ascensores y marco el piso 1 una vez adentro, espero pacientemente hasta que las puertas vuelven a abrirse. Salgo y busco la puerta que se encontraba básicamente frente al ascensor.

Para estar supuestamente escondida eligió el lugar más obvio. Giro la perilla y para mí sorpresa la encuentro abierta, me pareció inevitablemente extraño. Del bolsillo de mi abrigo saco un pequeño guante de látex para evitar dejar huellas. Reviso la sala con cautela, removí cada cojín preparándome psicológicamente para lo que pudiera encontrar.

Voy a la mesa de centro revisando los papeles y libros. Los que están en latín los doblo y guardo en el bolso que cuelga de mi espalda, uno de los libros capta mi atención.

—50 Sombras... De Grey— leo en un murmullo y giro el libro para leer la parte de atrás. El nombre me sonó familiar, pero ciertamente no era lo que yo esperaba—. Esto no.

¿Cómo hay gente que lee eso? Trato de leer algo en los documentos en latín, algo que me diga de qué tratan. Pero sólo logro entender algunas palabras. Tendré que estudiar latín.

Me muevo por el lugar hasta llegar a la cocina. Le doy un vistazo a los gabinetes y repisas, conseguí un arma escondida en la gaveta más pequeña y decido llevármela.

Entro en las habitaciones en busca de más. No haber encontrado la otra mitad de la roca cósmica me inquieta, necesito la otra mitad o más bien Brooke la necesita. En la primera habitación que entré no encontré nada relevante, sólo papeles regados por el suelo, no hay cama ni peinadora. Revisé el baño de la misma habitación y nada.

Finalmente termino dando con la habitación principal. Mis labios se separan levemente frente a semejante desastre. Parece que hubo una pelea o tal vez un huracán pasó por aquí. Las sábanas están en el suelo echas una bola, las almohadas sin fundas y regadas por la habitación. Manchas de café. Ropa interior en un rincón, la peinadora infestada de papeles arrugados, latas de gaseosas, empaques de comida, entre otras cosas que me dejan perplejo. Sorprendentemente no me llegó ningún olor desagradable. Es eso o es que ya no percibo olores.

Esta habitación requiere más que una simple limpieza, se necesita un equipo especial de fumigación.

—Que asco— murmuro cuando levanto una pila de papeles y encuentro un par de cucarachas.

Quince minutos después estoy listo para irse, un poco decepcionado, por no haber encontrado la roca. Pienso en darme por vencido hasta que un brillo azul empieza a titilar por la rendija de ventilación.

Mi mirada queda ahí, observando el brillo durante unos segundos, casi un minuto.

La roca.

Entonces reacciono y me pone en plan de llevarme el objeto si o si.

They're Gonna Need More Than a 2nd Chance (ECAYT#2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora