They're Gonna Need More Than a 2nd Chance (ECAYT#2) ©

James West = Steve Rogers

Capitulo dedicado a: ElenaGarnica y Kellybautista_11

[...]

—Yo..— me quedo callada sin saber que decir, hasta que una incógnita aparece en mi mente.- ¿Qué tienes.. Que, bueno.. Tú..?

No llegué a terminar la pregunta en parte porque mi tartamudeo no normal y porque James me había besado. Fue tan rápido que casi no logro responderle, sentí la necesidad de hacerlo y cuando nuestros labios encajaron a la perfección esa sensación de Deja Vú me invadió. Yo había probado esos labios antes, o al menos mi cerebro creía haberlo echo.

James me sujetaba con firmeza por la cintura, como si fuera a huir, lo que causaba hormigueos en mi estómago.

—¿A qué.. A qué vino eso?— titubeo, cabizbaja y acomodando un mechón tras mi oreja.

James sonrió y volvió a besarme, sus labios se movían con tanta seguridad que por un momento creí que había algo más. Nos separamos por la falta de aire, mis ojos se enfocaron en su rostro y un grupo de sentimientos me invadió.

—¿Ste.. Ste..?— no podía terminar de decir su nombre, era como si se me hubiera olvidado como se pronunciaba. Estaba con los nervios de punta, él estaba frente a mis ojos. Lo que no era físicamente posible—. ¿Cómo..? ¿Pero cuándo..? Tú estabas.. Yo lo.. Yo lo sé..

Entonces volvió a callarme con sus labios, haciéndome aún más vulnerable. Podía sentir las lágrimas acumulándose. Seguramente mis uñas, ojos, cabello e incluso la marca en mi brazo estaban chispeando el odioso azul metálico.

Estaba besándolo, realmente lo estaba haciendo. Podía sentir sus manos en mi cintura, sus labios sobre los míos, oler su exquisito aroma, estaba aquí.

—S.H.I.E.L.D me obligó a hacerlo, yo no quería. Todo fue idea de Fury— suelta, escondiendo su rostro en mi cuello.

No entendía de qué hablaba, pero la desconfianza empezaba a abrirse paso, yo había estado sufriendo por Steve mientras él seguía con vida.

—Steve.. Yo, yo no sé qué decir. Pensé que habías muerto. ¿Qué pasó con James?

—Él no existe, gracias a esto— abre su mano derecha al nivel de mi abdomen, dejando ver un pequeño dispositivo—, tú no me reconociste— termina cerrando el puño, volviendo el dispositivo trizas.

Aparté sus manos, me levanté temblorosa y llevé una mano a mi rostro para limpiar una misteriosa capa de sudor que cubría mis pómulos.

—Brooke..— me llama, colocando una mano en mi cintura y me hace girar. Se escuchó un pitido, metió una mano en su bolsillo y sacó un localizador pequeño—. Ya lo saben— murmura guardando el aparato.

Su mandíbula estaba tensa, me guía hacia afuera y me da un pequeño apretón al nivel de mi espalda baja.

—¿Adónde vamos? ¿Qué saben? ¿Quiénes lo saben?— pregunto pausadamente, levantó una ceja con el rostro serio, pero no respondió mis preguntas.

Paramos frente a la entrada de la oficina de Fury, pasaron unos pocos segundos y la puerta de cristal se abrió por si sola.

Nick me invitó a sentarme en el mueble de la derecha, Steve se quedó de pie detrás de mi con sus manos sobre mis hombros. La sala se quedó en un silencio incómodo, Fury tenía su ojo puesto en mi, lo pasó a Steve y finalmente en un punto tras nosotros. Escuché pasos y un par de voces, miré por sobre mi hombro mordiendo mi labio interno.

—¿Qué era tan importante que no podía esperar hasta.. No sé, las 6:00 AM?— pregunta Tony con aspecto somnoliento, seguido de Banner, el primero se sienta en los muebles a la izquierda y cruza sus pies sobre la mesa de cristal.

El doctor opta por sentarse junto a mi.

—La chica ya descubrió la verdadera identidad de James— habla Fury abriendo su ojos más de lo normal, mirando a Banner y Tony. Se fija en mi y exhalo pausadamente—. Se supone que no debías descubrir la identidad de Rogers hasta dentro de unas semanas, pero alguien no pudo aguantarse— mira con reproche a Steve por unos segundos—. Deberás olvidar por el bien de todos, para eso están ustedes aquí.

—¿Cómo piensan hacerlo?— interviene Steve con un ligero tono de preocupación.

—Rompiendo las Sinapsis Neuronales— responde Tony desde su lugar.

Incliné el cuello hacia atrás, buscando el rostro de Steve que se encontraba, evidentemente, confundido.

—La memoria es un proceso que nos permite almacenar y recuperar la información que procesamos en nuestro día a día. Es nuestro disco duro físico y su buen funcionamiento depende de nuestra existencia. Cuando experimentamos algo se genera una conexión neuronal en nuestro cerebro y cuanto más se repite esa experiencia más conexiones se producen, afianzando el recuerdo en nuestro cerebro— Banner hace una pausa y pasa saliva, fijando sus ojos en mi—. Es como si estudiamos una materia y por cada repaso que damos se crean un puñado de cables que enlazan con ese recuerdo, de forma que cuanto más estudiamos más fácil es conseguir recuperar el dato que necesitamos.

—Jugaremos con tu memoria— resume Tony, poniéndose de pie.

Se acerca y para a pocos centímetros del mueble de Banner.

—¿Qué les hace creer que dejaré que jueguen con mi mente?— pregunto con postura rígida.

Fury sacó un arma adherida a la parte de abajo de su escritorio, me apunta y rápidamente cambia de objetivo, y dispara. Sentí mi mundo colapsar, el dolor agudo dentro de mi pecho se hizo presente de nuevo.

Me levanté del mueble casi de un brinco y gracias a mis habilidades logré sujetar su cuerpo antes de que cayera completamente. Fury le disparó a Steve en el abdomen, cerca de sus riñones, pero desgraciadamente no podía estar tan segura.

—Puedo hacerlo de nuevo— habla sin una pizca de remordimiento, miro al rubio que presionaba la reciente herida, haciendo pequeñas muecas de dolor.

—Está bien— acepto, ayudando a Steve a levantarse, lo dejo en el mueble que yo ocupaba hace un minuto, mientras Banner y Tony nos miraban de brazos cruzados.

Fury asintió complacido, aunque serio. Ambos genios me guiaron hacia el laboratorio donde me hicieron sentarme en una especie de máquina, aseguraron mi cabeza y brazos, e introducieron una especie de protector para los dientes en mi boca.

—Jarvis..— murmuro aprovechando la distancia de ambos.

¿Señorita Brooke?

—Trata de suprimir el recuerdo de ese día.

Haré lo que pueda.

—Gracias.

Bajo la mirada hasta el collar con el anillo y cierro los ojos.