25

88 23 1
                                    

La luna llena iluminaba tenuemente las calles mientras Jimin caminaba de regreso a su casa, sus pensamientos aún inmersos en los eventos de los últimos días. La escuela se había convertido en un lugar frío y distante para él, y aunque la charla con Nayeon había aliviado parte de su angustia, el peso de la soledad seguía oprimiendo su corazón.

El sonido de sus pasos resonaba en la noche, creando un eco inquietante en las calles vacías a medida que avanzaba, una extraña sensación comenzó a invadirlo. Era como si algo lo estuviera observando, una presencia que se ocultaba en las sombras, aguardando el momento oportuno para revelarse.

Jimin se detuvo, escaneando los alrededores, pero no vio nada fuera de lo común. Sin embargo, la sensación de ser acechado no desaparecía; al contrario, se intensificaba con cada paso que daba. Su respiración se aceleró, y un escalofrío recorrió su columna.

—¿Quién está ahí? —preguntó con voz temblorosa, girándose rápidamente para mirar detrás de él. La calle estaba desierta, pero el aire se sentía cargado, como si algo invisible se estuviera moviendo a su alrededor.

De repente, una figura oscura emergió de las sombras. Era una presencia fantasmal, más oscura que la noche misma, con ojos que brillaban con una malevolencia indescriptible, era un sanguinario. La criatura se deslizó hacia Jimin con una velocidad aterradora, su intención clara: atacarlo.

Jimin sintió el pánico apoderarse de él, su cuerpo paralizado por el miedo. Intentó moverse, pero sus piernas no respondían. Justo cuando la presencia estaba a punto de abalanzarse sobre él, una ráfaga de viento lo golpeó, seguida por una figura que apareció de la nada. El chico misterioso se colocó entre Jimin y la entidad oscura, con un movimiento rápido y decidido. De alguna manera, su sola presencia parecía repeler a la criatura, que se detuvo en seco, como si algo la hubiera contenido.

El chico murmuró unas palabras en un idioma que Jimin no reconoció, y una luz intensa surgió de sus manos, arrojando a la presencia oscura hacia atrás. La entidad chilló antes de desvanecerse en la oscuridad, disolviéndose como humo.

Jimin, aún en estado de shock, observó al chico que ahora se volvía hacia él. Tenía el cabello oscuro y ojos que brillaban con una intensidad inhumana. Su expresión era seria, pero había algo en su mirada que transmitía calma.

—¿Estás bien? —preguntó el chico, su voz suave pero firme.

Jimin asintió lentamente, incapaz de encontrar las palabras para responder. Aún procesaba lo que acababa de ocurrir.

—Debes tener más cuidado. —continuó el chico. —No todas las presencias que te rodean son tan benevolentes como Nayeon y Yoongi.

—Nos volveremos a ver. —Antes de que Jimin pudiera decir algo, el chico dio un paso atrás, fundiéndose nuevamente en la oscuridad.

Fue lo último que dijo antes de desaparecer por completo, dejando a Jimin solo en la calle, pero con una extraña sensación de seguridad que no había sentido en mucho tiempo. Jimin se quedó allí un momento más, su mente llena de preguntas. ¿Quién era ese chico? ¿Cómo conocía a Nayeon y a Yoongi?

Ghost: Zero O'clock [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora