Las luces en el gimnasio comenzaron a parpadear, sumiendo a los estudiantes en un estado de inquietud. Habían planeado todo meticulosamente: la broma perfecta para Jimin en Halloween. Sin embargo, no esperaban que la situación se les fuera de las manos.
Jimin, con su disfraz arrugado y manchado de pintura roja, se quedó inmóvil en el centro del gimnasio, tratando de entender qué había sucedido. El líquido viscoso que había caído sobre él no era sangre, como había querido que pareciera, sino simplemente agua mezclada con colorante. Los estudiantes a su alrededor reían, convencidos de que habían logrado su objetivo. Pero esa risa se desvaneció rápidamente cuando las luces comenzaron a fallar.
Desde las sombras, Nayeon y Yoongi observaban, sus formas etéreas apenas visibles en la penumbra Jimin, su querido amigo, había sido humillado frente a todos y ellos se habían ido en la colada y no podían dejarlo pasar.
Yoongi fue el primero en actuar. Su enojo, palpable en el aire, hizo que las luces titilaban más rápido hasta que, con un crujido ensordecedor, los focos explotaron uno a uno, dejando al gimnasio en completa oscuridad. Los estudiantes gritaron de terror, sintiendo una presencia oscura y peligrosa alrededor.
Nayeon no se quedó atrás. Con un movimiento de su mano, las puertas del gimnasio se cerraron de golpe, bloqueando cualquier posible escape. El sonido de las cerraduras resonó en el espacio, amplificando el pánico que se propagaba entre los estudiantes. Ya no había risas, solo susurros de miedo y súplicas ahogadas.
Jimin, todavía cubierto de pintura, levantó la vista para ver a sus compañeros en estado de pánico. Las sombras se movían a su alrededor, susurrando su nombre en tonos amenazantes. Sabía que eran Yoongi y Nayeon, pero en lugar de sentir alivio, una extraña calma se apoderó de él. Los estudiantes, aquellos que habían tramado la cruel broma, ahora gritaban su nombre, rogándole que hiciera algo para detener el horror que los envolvía.
—Jimin, por favor... haz que pare. —suplicó uno de ellos, su voz quebrada por el miedo.
Jimin se mantuvo en silencio, sus ojos recorriendo las caras de aquellos que habían querido burlarse de él. La pintura roja aún goteaba de su cabello y su ropa, creando una visión fantasmagórica. ¿Debería detener a Yoongi y Nayeon? ¿O dejarlos continuar con la venganza que, en el fondo, sentía que era merecida? Finalmente, Jimin dejó escapar un suspiro.
—Ya basta. —murmuró, no con enojo, sino con una extraña melancolía, las sombras se detuvieron, y poco a poco, la tensión en el aire comenzó a disiparse.
Las puertas se abrieron y las luces, aunque rotas, dejaron entrar la luz de la luna. Los estudiantes no esperaron a otra señal, salieron corriendo del gimnasio, dejando atrás la lección de una noche que nunca olvidarán.
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Ghost: Zero O'clock [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]
FanfictionPark Jimin luego de un accidente tanto su cuerpo y alma quedaron a la mitad del mundo de los vivos y del mundo de los muertos, por lo cual eso le permite ver y tocar fantasmas. Debido a eso Jimin práctica unos viejos rituales de protección, ya que d...