Ghost: Zero O'clock [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

12

Jimin a la hora del almuerzo comía en la azotea, quería estar solo, los que decían ser sus amigos lo abandonaron sin más y era algo que no le molestó. Jimin miró a una chica la cual siempre pasaba sentada en la orilla de la azotea, Jimin sabía que era un fantasma, pues antes no la miraba y ahora todos los días luego de su accidente la miraba. Además, el uniforme era antiguo, la chica al sentir la mirada del rubio se giró y lo observó, Jimin se levantó y se puso a la par de ella su aura le decía que no era mala.

—Hola. —le dijo.

—¿Puedes verme? —le pregunto asombrada.

—Sí. —miro la vista de todo el instituto. —¿Llevas años aquí?

—Treinta años. —respondió. —¿Cómo te llamas? —lo vio por un momento.

—Es mucho tiempo. —suspiro Jimin.  —soy Park Jimin.

—Yo me llamo Naeyon. —hablo.

—¿Por qué no te has ido al más allá? —le dijo.

—Mi alma está estancada. —miro hacia abajo. —me quedaré aquí siempre.

—¿Por qué dices que está estancada? —le pregunto.

—Las personas que causaron mi muerte están libres. —se subió al barandal. —adiós Park Jimin.

Él vio como la chica saltaba y caía al vacío, cuando se acercó la chica había desaparecido, él tomó sus cosas, pero antes miro de las rosas que había en la maceta de la azotea y tomó una y la puso donde la chica había saltado. Jimin cerró los ojos e hizo una pequeña oración para irse del lugar, cuando bajo muchos estudiantes lo miraban, él se alejó a paso lento para dirigirse a su última clase además que hoy era miércoles y debía de quedarse hasta medianoche para estudiar, eso le aterro mucho por aquel ser que lo seguía.

Cuando cayó la noche Jimin seguía estudiando, cuando finalizó tomó sus cosas y fue el primero en salir, él caminaba lo más rápido que podía hasta que alguien lo tomó del brazo. Jimin gritó de miedo, pero al ver al pálido se calmó y lo abrazó mientras se ponía a llorar en su pecho, Yoongi lo comenzó a calmar.

—Ya deja de ser llorón. —le dijo. —ven se hace tarde te llevaré a tu casa.

—Pensé que era un fantasma malo. —sollozo. —¿Qué hace afuera tan tarde? —le pregunto.

—Me quedé intrigado con lo que dijiste. —comenzó a caminar. —investigue un poco con algunos fantasmas y clarividentes.

—¿Lo hizo por mí? —lo vio por un momento.

—Sí. —suspiró.