Ghost: Zero O'clock [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

34

—¡No lo escuches! —gritó Yoongi, tirando de Jimin hacia atrás.

La figura se movió rápidamente, avanzando hacia ellos con un movimiento antinatural. Yoongi reaccionó de inmediato, lanzándose hacia adelante con el cuchillo en alto. La hoja atravesó la sombra, pero esta se retorció, reformándose casi al instante.

—¿Qué diablos...? —murmuró Yoongi, retrocediendo mientras la criatura se lanzaba nuevamente hacia ellos.

—No puedes detenerme, Yoongi. —dijo la figura, su voz distorsionada y burlesca. —El puente me pertenece.

—¡Jimin no es tuyo! —gritó Yoongi, colocando a Jimin detrás de él nuevamente.

La criatura soltó un chillido, un sonido agudo que hizo que las luces parpadearan violentamente. Yoongi apretó los dientes, buscando desesperadamente una forma de ganar tiempo.

—Jimin, escucha. —dijo Yoongi rápidamente, sin apartar los ojos de la criatura. —Necesito que te concentres, esa cosa no puede tocarte si no se lo permites.

—¿Qué? ¿Cómo...? —balbuceó Jimin, el miedo nublando su mente.

—Confía en mí. —hablo. —piensa en algo que te haga fuerte, algo que no pueda romper. —dijo Yoongi, su voz firme y decidida.

Jimin cerró los ojos, tratando de ignorar el caos que lo rodeaba. Se concentró en las palabras de Yoongi, en su voz que siempre parecía calmarlo.

La criatura avanzó de nuevo, pero esta vez, algo cambió. Una luz tenue comenzó a emanar de Jimin, primero débil, luego más intensa. La sombra se detuvo, retrocediendo ligeramente.

—¿Qué es esto...? —gruñó la criatura, su voz cargada de ira y confusión.

—Eso es, Jimin. —Yoongi sonrió, sus ojos llenos de orgullo mientras miraba a Jimin. —Sigue así.

La luz se expandió, llenando el pasillo y obligando a la sombra a retroceder aún más. La criatura chilló, retorciéndose mientras su forma comenzaba a desvanecerse.

—Esto no termina aquí. —gruñó antes de desaparecer por completo, dejando el pasillo en silencio una vez más.

Jimin cayó de rodillas, respirando con dificultad. Yoongi se arrodilló a su lado, colocando una mano en su espalda.

—Lo hiciste bien. —dijo Yoongi, su voz suave ahora que el peligro había pasado.

Jimin lo miró, sus ojos llenos de lágrimas.

—¿Qué... qué fue eso? —preguntó entre jadeos.

—Un oscuro. —respondió Yoongi, ayudándolo a levantarse. —Y vendrán más.

Jimin asintió lentamente, sintiendo el peso de lo que acababa de suceder. Pero esta vez, había algo más en él: una chispa de fuerza que antes no sabía que tenía.

—Estoy listo. —dijo finalmente, con más confianza de la que había sentido en toda su vida.

—Lo sé. —Yoongi lo miró, una pequeña sonrisa curvando sus labios.