Me desperté con una sensación de emoción mezclada con nervios. El día había llegado, ya era 22 de marzo, el cumpleaños de Madison. Mientras me desperezaba en la cama, sentí una sonrisa formarse en mi rostro al verla dormida a mi lado, usando una de mis camisetas. Se veía tan tranquila, como si el mundo a su alrededor no existiera. Pero yo sabía que pronto todo eso cambiaría.
Hoy era su día, y no había manera de que no lo fuera a celebrar por todo lo alto, aunque por ahora ella no lo supiera. El plan estaba en marcha, una fiesta sorpresa en su casa con todos nuestros amigos y sus familiares, pero Madison no sospechaba nada. Le había dicho que tenía un "partido" esta noche, lo cual era una mentira descarada, pero necesaria. Mi madre, por supuesto, también estaba en esto, planeando un desayuno increíble para que comenzáramos bien el día.
Me levanté lentamente, asegurándome de no despertarla, y fui directo a mi teléfono. Conecté los altavoces y busqué la canción de cumpleaños feliz más alegre que pude encontrar. Cuando la música empezó a sonar por la habitación, sonreí de oreja a oreja y empecé a cantarle.
—¡Feliz cumpleaños, Maddieee! —canté, subiendo un poco el volumen para despertarla.
Madison se removió en la cama, claramente sorprendida, y entreabrió los ojos con cara de desconcierto, sin saber qué estaba pasando. No pude evitar soltar una risa y me tiré sobre la cama, abrazándola con fuerza y llenándola de besos.
—¡Vinnie! —exclamó, todavía medio dormida, mientras intentaba apartarme en broma—. ¿Qué estás haciendo? ¡Me has asustado!
—Es tu cumpleaños, cariño. ¡No podía dejar que te perdieras ni un segundo de tu día especial! —respondí, dándole un beso en la mejilla—. ¡Vamos! ¡Levántate que el día solo acaba de empezar!
Madison se rió, su risa suave y adormilada, y se acomodó en mis brazos.
—¿No podríamos quedarnos aquí todo el día? —preguntó, juguetona, mientras me miraba a los ojos.
—Ni de broma —le respondí, sonriendo—. Mi madre ya está en la cocina preparando un desayuno increíble para ti. Y créeme, no vas a querer perderte eso.
—¿Es una excusa para que no me dé cuenta de tu "partido" esta noche? —bromeó ella, levantando una ceja con una sonrisa cómplice.
Mi corazón dio un vuelco. Por un momento, pensé que lo había descubierto todo, pero luego me di cuenta de que solo estaba jugando.
—Eh... tal vez. O tal vez soy solo el mejor novio del mundo —dije con tono exagerado, haciendo que ella rodara los ojos y se riera de nuevo.
—Vale, vale. Me has convencido. Voy a levantarme.
Se sentó en la cama, aún envuelta en la camiseta que le quedaba gigante, y se estiró con pereza. La luz de la mañana se filtraba por la ventana, y verla así, tan tranquila y feliz, me hizo darme cuenta de lo mucho que significaba para mí. Este día tenía que ser perfecto.
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Cardigan || Vinnie Hacker
Teen FictionMadison y Vincent son estudiantes de instituto cuyos caminos se cruzan de manera inesperada. Madison, una chica sencilla y amable, se enamora de Vincent, el chico rebelde y popular del colegio. Lo que Madison no sabe es que su relación con Vincent f...