2

150 20 30
                                    

Me encontraba en los vestuarios del instituto, cambiándome de ropa para el entrenamiento de béisbol junto a mis amigos Noah, Jordan y Jack

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me encontraba en los vestuarios del instituto, cambiándome de ropa para el entrenamiento de béisbol junto a mis amigos Noah, Jordan y Jack. El ambiente estaba lleno de risas y bromas mientras todos nos preparábamos. Noah y Jordan hablaban animadamente sobre las chicas con las que habían estado durante el verano, compartiendo detalles y anécdotas. Yo estaba atando mis zapatillas cuando Jordan me miró.

—Oye, Vinnie, ¿y tú? ¿Qué tal estuvo tu verano? —preguntó con una sonrisa pícara.

—Nada mal, nada mal —respondí, riendo— Aunque lo más divertido ha sido el primer día de clase.

Todos me miraron con curiosidad, así que continué.

—¿Visteis lo que le pasó a Madison hoy en la cafetería? Julia le tiró un vaso de agua encima. Fue épico.

Mis amigos se rieron, aunque noté que Jack no lo hacía con tanto entusiasmo.

—Pobre chica, siempre le toca lo peor —dijo Jack, sacudiendo la cabeza.

—Bueno, es la torpe de Madison —respondí con una carcajada— Se lo busca ella sola.

La conversación cambió de rumbo cuando Noah mencionó a Julia.

—Hablando de chicas, Vinnie, ¿qué pasó con Julia? —preguntó Noah.

Frustrado, fruncí el ceño.

—Julia es historia —respondí, intentando sonar indiferente— Ella y yo terminamos, no hay nada más que decir.

Noah, siempre buscando la próxima diversión, me miró con una sonrisa traviesa.

—Oye, Vinnie, ¿qué tal un reto? —dijo, captando mi atención.

—¿Qué tienes en mente? —pregunté, intrigado.

—Apostemos a que no puedes enamorar y acostarte con Madison antes de que termine el curso, y luego dejarla el día de la graduación —dijo Noah, sus ojos brillando con anticipación.

Me quedé pensativo por un momento. No sabía si aceptar o no. El entrenador nos llamó al campo, y Noah añadió:

—Piensa en ello. Hablamos después del entrenamiento.

Durante el entrenamiento, no pude dejar de pensar en el reto. ¿Podría hacerlo? ¿Quería hacerlo? Madison siempre había sido el blanco fácil de las bromas, pero esto era diferente. Sin embargo, la idea de un desafío nuevo me atraía. Además, podría demostrarles a todos que podía conseguir lo que quisiera.

Después del entrenamiento, con la adrenalina aún corriendo por mis venas, me acerqué a Noah.

—Está bien, aceptaré el reto —dije—. Pero quiero algo a cambio.

Noah arqueó una ceja, interesado.

—¿Qué quieres?

—Si lo consigo, tendrás que comprarme la moto que tanto quiero —respondí con una sonrisa.

Cardigan || Vinnie Hacker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora