28

26 3 0
                                    

El sábado había llegado, y con él, la oportunidad perfecta para desconectar un poco de la rutina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sábado había llegado, y con él, la oportunidad perfecta para desconectar un poco de la rutina. Chloe, Maya y yo habíamos planeado salir de fiesta, una pequeña celebración por lo bien que nos estaba yendo como animadoras. Después de todo, habíamos trabajado duro, y la pequeña victoria de que Julia se hubiera torcido el tobillo intentando imitar un salto que hice solo lo hacía más dulce. Claro que no lo deseaba, pero... no podía negar que había sido una lección de humildad para ella.

Me encontraba frente al espejo en mi habitación, tratando de decidir entre dos vestidos: uno negro ajustado o uno más relajado, azul claro. Vinnie estaba tumbado en mi cama, con los brazos detrás de la cabeza, observándome. Lo veía con su típica expresión de desaprobación juguetona.

—No sé por qué te complicas tanto —dijo con una sonrisa traviesa—. Cualquiera de esos se verá increíble. Pero, si me preguntas, el negro tiene... un efecto —me miró de arriba abajo y sonrió de nuevo.

Rodé los ojos, sonriendo también. Sabía que, en realidad, lo que él quería era que me quedara en casa con él.

—¿Por qué no simplemente te quedas? —preguntó, girándose para mirarme mejor—. Podemos pedir algo de comida, ver una película. No sé, cualquier cosa es mejor que ir a una fiesta llena de gente que no te importa.

Me giré hacia él, colocando las manos en las caderas.

—Sabes que hemos estado planeando esto desde hace días. Además, Chloe y Maya están emocionadas —me acerqué a la cama y me senté al borde, mirándolo—. No puedo dejarlas tiradas.

—Pero podrías... —dijo con voz más suave, tomando mi mano y entrelazando sus dedos con los míos—. Me tienes a mí. Y soy mucho más divertido que cualquiera de esas fiestas.

—Vinnie, sabes que no puedo —dije riendo—. Además, tú puedes ir a ver a los chicos, pasar un rato con ellos o ir al partido que mencionaste.

—No es lo mismo —respondió, fingiendo estar ofendido—. No son tan interesantes como tú.

Solté una carcajada y me incliné para darle un beso en la mejilla, pero él se giró justo a tiempo para que mis labios rozaran los suyos. Sonreí contra su boca y, aunque me tentaba la idea de quedarme, sabía que tenía que irme.

—Vinnie... —murmuré, separándome un poco—. Tengo que irme, ya quedamos.

—No puedes culparme por intentarlo —respondió con una sonrisa, soltando mi mano para dejar que terminara de arreglarme.

Me levanté y volví al espejo, optando finalmente por el vestido negro. Sabía que a Vinnie le gustaba más y, si iba a salir, al menos podría complacerlo en eso. Mientras me ponía los zapatos, él seguía observándome desde la cama, claramente no muy convencido con la idea de que me fuera.

—Prométeme que no vas a dejar que ningún idiota se acerque demasiado —dijo de repente, con ese tono protector que siempre usaba.

—¿En serio? —lo miré arqueando una ceja—. Vinnie, voy con Chloe y Maya. Estaré bien.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 13 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cardigan || Vinnie Hacker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora