Madison y Vincent son estudiantes de instituto cuyos caminos se cruzan de manera inesperada. Madison, una chica sencilla y amable, se enamora de Vincent, el chico rebelde y popular del colegio. Lo que Madison no sabe es que su relación con Vincent f...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me desperté con el suave sonido de los pájaros cantando fuera de mi ventana. Era sábado, así que no tenía que preocuparme por madrugar para ir al instituto. Me estiré en la cama, disfrutando de la pereza matutina, y finalmente me levanté. Al bajar las escaleras, el aroma del desayuno recién hecho me recibió.
Mis padres, María y Nate, ya estaban sentados a la mesa junto a Reggie, mi hermano menor. Mamá me saludó con una sonrisa.
—Sí, mamá. Dormí como un tronco —respondí, mientras me sentaba y empezaba a servir el desayuno.
—Me alegra escuchar eso —dijo Nate, dándome una palmadita en el hombro— ¿Qué planes tienes para hoy?
—Voy a dar una vuelta en skate con los chicos en el parque —dije, mientras me servía un poco de jugo.
Reggie, que ya estaba terminando su desayuno, me miró con una sonrisa traviesa.
—¿Y qué tal tu "nueva amiga", Madison? —preguntó, claramente disfrutando de la situación.
Me reí y negué con la cabeza.
—Tranquilo, enano. Madison es solo una compañera de clase con la que tengo que hacer un trabajo —respondí.
María se unió a la conversación, mirándome con curiosidad.
—Parece una chica muy agradable. Nos cayó muy bien —dijo ella— Y es la primera vez que traes a alguien a casa para hacer un trabajo.
—Sí, es simpática —dije, intentando sonar casual— Además, es una de las mejores estudiantes, así que me ayudará mucho con el trabajo de historia.
Papá asintió, pero tenía una mirada más seria.
—Solo asegúrate de ser amable con ella, Vinnie. No juegues ella —dijo, mirándome a los ojos.
—Lo sé, papá. No te preocupes —respondí, tratando de desviar la conversación.
Reggie, sin embargo, no quería dejar el tema.
—Me cayó genial, Vinnie. Es muy lista y divertida. Deberías traerla más seguido —dijo, con una sonrisa de oreja a oreja.
—Ya veremos, Reg. Ya veremos —dije, riendo.
Después de terminar el desayuno, me levanté de la mesa y subí a mi habitación para vestirme. Opté por unos jeans cómodos y una camiseta, además de mis zapatillas favoritas. Cogí mi skate y bajé las escaleras de nuevo.
—Me voy al parque. Nos vemos luego —dije, despidiéndome de mi familia.
—Cuídate, Vinnie —dijo María, mientras Nate y Reggie me daban una palmada de despedida.
Salí de casa y me dirigí al parque. Era un día perfecto para andar en skate, con el sol brillando y una ligera brisa. Al llegar, vi a mis amigos Noah, Jordan y Jack ya esperándome.