𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆; Ran Haitani [𝗧𝗿𝗶𝗹𝗼𝗴𝗶𝗮 #𝟭]

Cap.21 (Segunda temporada)

Temari

Di un respingo de la cama y abrí los ojos muy confundida, tardé un rato en darme cuenta de donde estoy.

Estire mi cuerpo en la cama tratando de desperezarme, cuando veo a mi lado, Ran no está.

¿Cuánto dormí como para que Ran no esté durmiendo a mi lado?

Tomé mi celular de la mesita de noche y vi la hora.

—Son las 16:30!! —me senté sobre la cama totalmente alarmada—. ¿Cómo pude dormir tanto?

Me levanté rápido de la cama, pero un intenso mareo me invadió, tuve que volver a sentarme sobre la cama para no caer al suelo.

Debo sentirme mal porque anoche me dormí con el estómago vacío.

Me tomé un momento para levantarme de la cama y caminé despacio hasta la cocina, bajé las escaleras agarrada de la barandilla.

—¿Ran? —mientras bajaba las escaleras revise si está por algún lado.

Cuando llegué a la cocina vi una bolsa de la tienda y rápidamente caminé hacia ella.

Mi estómago rugió con mucha fuerza cuando saque el pastel y la leche de fresas.

Ni siquiera pensé en el hecho de que no debería comer estas cosas, solo me senté sobre el banquillo y me comí casi la mitad del pastel junto con la leche de fresas.

—Vaya, tenía mucha hambre —me levanté del banquillo para buscar un vaso de agua.

No se que debería hacer hoy, me siento cansada, no tengo ganas de hacer nada.

Cuando terminé el vaso de agua mi celular comenzó a sonar.

Cuando revisé, el nombre de Saori apareció en la pantalla.

—Hola. 

—Hermana, Alex está aquí —la voz de Saori se nota nerviosa.

—¿Qué?! —me exalte—. ¿Te dijo algo?

—Me invitó a tomar algo para hablar de ti —corrí hasta la entrada para ponerme los zapatos—. Me escondí en el baño, esto no me gusta, ¿Puedes venir?

Las llaves del auto de Ran no están, y mi auto está en el taller.

Le diré a Rindou que me lleve.

—Estaré ahí en un momento, ¡no salgas del baño!

—Esta...

—Saori... —escuche la voz de Alex del otro lado de la línea—. ¿Estás aquí?

La llamada se cortó y una enorme desesperación me invadió, tengo ganas de vomitar, pero no puedo perder tiempo en eso.

No sé en qué estaba pensando cuando decidí confiar en Alex.

Abrí la puerta de golpe, encontrándome de frente con Ran, tenía la mano un poco alzada, estaba por tomar el picaporte.

Al ver mi cara con los ojos muy abiertos e inundados en lágrimas, su expresión cambió de una sonrisa por verme a una de preocupación

—¿Qué tienes?

—¿Puedes llevarme a buscar a mi hermana? —salí cerrando la puerta detrás de mí.

Ran no hizo más preguntas, solo me siguió hasta el ascensor.

—¿Me dirás que paso? —cuando las puertas se cerraron, estiró su mano hacia mi brazo que está rígido.