Las vivencias infernales de Iruma

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Vampirismo

Resumen

La primera vez que la consumió fue en el mundo humano, luego paso a ser algo casi tan necesario como el agua para Iruma.

El inframundo no cambio mucho sus hábitos alimenticios, solo de donde provenía su bebida favorita.

Advertencias

· Mención de sangre

· Mención de canibalismo

· Mención de negligencia infantil

· Transcurre entre su 1er y 2do año (no canon)

· Mención Ship IruClaraAzz (Trio de amor)

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La primera vez que Iruma probo la sangre fue cuando una vez mastico su propia boca por accidente, estando tan hambriento y devorando su primera comida decente en mucho tiempo no se dio cuenta hasta que el sabor metálico fue procesado por sus papilas gustativas.

Fue extrañamente delicioso.

El sabor de la carne asada del animal que había logrado capturar junto con el sabor de la sangre le provoco escalofríos, no pensó mucho en eso porque pensó que era solo su felicidad de tener el estómago lleno después de un tiempo, pero aquella sensación no desapareció, no importaba que fuera lo que estuviera comiendo, la sensación de saciedad que le comenzó a provocar la sangre fue algo de lo que no se pudo despegar por más que lo intentara.

Primero comenzó en sacarle la sangre a los animales que cazaba y tomarla directamente, luego por acompañar sus comidas con ella, descubriendo que la mezcla de hierbas, bayas y sangre animal era increíblemente satisfactoria y deliciosa.

Obviamente nunca mostro aquel extraño habito alimenticio con otros humanos cerca, ni siquiera sus padres (no es como si permanecieran cerca el suficiente tiempo como para notarlo, pero no quería arriesgarse) sabían su pequeño secreto, uno de los pocos beneficios de mudarse constantemente o tener trabajos en distintos rubros hizo que fuera difícil incluso que otros humanos se dieran cuenta de sus gustos sangrientos. Se imaginaba el caos que se crearía si alguna persona lo descubría, probablemente no saldría nunca del hospital psiquiátrico.

Aunque esas preocupaciones fueron dejadas de lado una vez que llego al inframundo, o al menos en su mayor parte.

Ahora que tenía comida hasta mas no poder, ya no sentía la necesidad constante de consumir sangre, aun así, había algunos días en los que la necesidad de hacerlo era más grandes que su voracidad, por lo que en un principio solo aguanto, consiente que la sangre no era algo que su cuerpo requiriera y solo estaba siendo caprichoso por un antojo. Como un niño por un dulce.