Capítulo 26: Ecos de las Sombras

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Recapitulación de los últimos tres capítulos:

En los capítulos anteriores, Tanjiro y Shinobu continuaron fortaleciendo su relación mientras enfrentaban pequeños desafíos del día a día. Sin embargo, una nueva amenaza comenzó a formarse en las sombras. Mitsuri, aún luchando con sus sentimientos por Tanjiro, comenzó a notar cambios extraños en el comportamiento de algunos estudiantes de la escuela.

Iguro Obanai, decidido a conquistar el corazón de Mitsuri, dio pasos pequeños pero significativos para acercarse a ella. Su timidez seguía siendo un obstáculo, pero su determinación lo impulsaba.

En el trasfondo, una antigua técnica conocida como el proyecto Sombras comenzó a ser mencionada entre los personajes, revelando que algo oscuro del pasado de los cazadores de demonios estaba resurgiendo. Kanae se mostró preocupada por este descubrimiento, pero aún guardaba muchos secretos sobre el proyecto.

Ahora, Tanjiro y Shinobu deben enfrentarse nuevamente a esta amenaza, mientras el misterio del proyecto Sombras empieza a desvelarse, y las sombras del pasado vuelven para complicar sus vidas.

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El cielo comenzaba a teñirse de naranja mientras el grupo se preparaba para dejar la escuela por el día. Aunque el ambiente seguía siendo relajado, había una tensión palpable en el aire, como si algo oscuro estuviera al acecho, esperando el momento adecuado para aparecer.

Tanjiro había notado el cambio. Algo lo inquietaba desde hacía días, una sensación persistente de que no todo estaba en calma. Aunque intentaba concentrarse en su vida con Shinobu, había noches en las que se despertaba sudoroso, con el eco de un nombre en su mente: Sombras.

—¿Tanjiro, te sientes bien? —preguntó Shinobu, mientras caminaban juntos de regreso a casa.

Tanjiro la miró, intentando tranquilizarla con una sonrisa, pero no pudo esconder la preocupación en sus ojos.

—Sí, solo... he estado pensando en algo que no puedo entender —admitió—. Ese nombre, Sombras, sigue apareciendo en mi mente, pero no sé qué significa.

Shinobu frunció el ceño. Ella también había escuchado murmullos sobre el proyecto Sombras, pero no había prestado mucha atención hasta ese momento.

—Hace unos días, escuché algo de Kanae sobre un proyecto secreto, pero no pude obtener más información. ¿Crees que esté relacionado? —preguntó.

Tanjiro se detuvo en seco, mirando a Shinobu con seriedad. Si Kanae estaba involucrada, entonces definitivamente había algo más grande en juego.

—Necesitamos saber más —dijo finalmente—. No puedo ignorar esta sensación.

Al día siguiente, Tanjiro y Shinobu decidieron buscar a Kanae para obtener respuestas. Cuando la encontraron, ella parecía más reservada que de costumbre, como si estuviera luchando con un secreto que no podía revelar.

Kanae, necesito preguntarte algo —dijo Shinobu, con su característico tono suave, pero decidido—. Sabes algo sobre el proyecto Sombras, ¿verdad?

Kanae se quedó en silencio por un momento, su mirada perdida en el horizonte. Finalmente, suspiró y asintió.

—Sí, lo sé... Pero no es algo de lo que pueda hablar fácilmente —respondió, su voz más baja de lo habitual—. Hay cosas del pasado que es mejor dejar enterradas.

Tanjiro dio un paso adelante, incapaz de ignorar la urgencia en su corazón.

—Si está relacionado con lo que pasó en la batalla contra Muzan, debemos saberlo. No podemos seguir adelante si no entendemos el peligro que podría estar acechando.

Kanae lo miró con una expresión llena de tristeza. Sabía que eventualmente tendría que contarles todo, pero el dolor de lo que implicaba era profundo.

—El proyecto Sombras fue algo que comenzó antes de la caída de Muzan —comenzó a explicar—. Un grupo de cazadores de demonios estaba experimentando con una técnica secreta que les permitía controlar las sombras de los demonios derrotados. La idea era usar ese poder para protegernos en el futuro, pero algo salió mal.

Shinobu la escuchaba con atención, sintiendo una mezcla de sorpresa y temor.

—¿Qué salió mal? —preguntó.

Kanae tomó aire, como si estuviera a punto de desenterrar una herida antigua.

—Las sombras no eran solo energía residual... estaban vivas. Y peor aún, comenzaron a corromper a los cazadores que las usaban. Al final, decidimos sellar todo el proyecto y no hablar más de él. Pero parece que no todo quedó en el pasado. Alguien ha estado intentando reactivarlo.

Tanjiro sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Si el proyecto Sombras estaba siendo reactivado, eso significaba que un nuevo peligro se avecinaba, y esta vez, podría no ser algo que pudieran detener con una simple espada.

—¿Quién lo está reactivando? —preguntó, su voz baja pero firme.

Kanae negó con la cabeza.

—No lo sé con certeza, pero creo que los responsables están mucho más cerca de lo que creemos.

El silencio que siguió fue pesado, lleno de incertidumbre. Tanjiro y Shinobu se miraron, conscientes de que lo que habían descubierto no solo afectaría a su presente, sino también al futuro que habían estado construyendo juntos.

—No importa quién esté detrás —dijo Tanjiro, con determinación—. No dejaré que este proyecto ponga en peligro a las personas que amo.

Shinobu asintió, tomando su mano.

—Juntos, podemos superar lo que sea —susurró.

Pero ambos sabían que el camino por delante estaría lleno de sombras... sombras que ahora comenzaban a tomar forma.

Cicatrices del Corazón: Amor en la Edad ModernaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora