La energía oscura que rodeaba a Tanjiro y su equipo empezaba a desvanecerse lentamente gracias a la luminosa aura de Nezuko, que seguía creciendo en intensidad. La figura en las sombras, visiblemente sorprendida, dio un paso atrás, observando cómo el grupo resistía su ataque.
—Esto no es posible... —murmuró con incredulidad.
Nezuko soltó un grito poderoso, y su energía estalló como una ola que hizo retroceder la oscuridad por completo. Tanjiro no perdió un segundo y, mientras el aura de su hermana seguía protegiendo a todos, corrió hacia la figura, con su katana lista.
—¡No dejaremos que nos derrotes! —exclamó Tanjiro con determinación.
Zenitsu y Inosuke no se quedaron atrás. Zenitsu, moviéndose a una velocidad casi imposible de seguir, se colocó al otro lado del enemigo, mientras que Inosuke atacaba desde el frente con una furia salvaje.
—¡Vamos a aplastarlo! —gritó Inosuke, blandiendo sus espadas con toda su fuerza.
La figura, aunque abrumada por la intensidad del ataque, no cedía del todo. Alzó ambas manos y creó una barrera de energía que bloqueó los golpes de Tanjiro, Zenitsu y Inosuke.
—Son más fuertes de lo que imaginaba... pero no es suficiente —dijo la figura con una sonrisa retorcida.
Con un simple gesto, la barrera de energía se expandió, empujando a los tres chicos hacia atrás. Tanjiro cayó al suelo, jadeando por el esfuerzo, mientras Zenitsu y Inosuke luchaban por mantenerse de pie.
—¡No podemos rendirnos ahora! —gritó Tanjiro, levantándose con dificultad.
Nezuko todavía estaba emitiendo su energía luminosa, pero parecía agotada. Sabía que no podría mantener ese nivel de poder por mucho más tiempo. Mientras observaba a su hermano y a los demás, Nezuko cerró los ojos y concentró su energía en un último intento.
—Nezuko, no te esfuerces demasiado... —murmuró Tanjiro, con preocupación en su voz.
De repente, una voz suave pero firme resonó en el aire.
—No están solos.
Desde la oscuridad, Shinobu apareció, con una expresión serena pero decidida. Detrás de ella, Mitsuri y Iguro también se unieron al campo de batalla, listos para enfrentarse a la amenaza.
—Sabía que ustedes podrían manejar esto —dijo Shinobu con una leve sonrisa, mirando a Tanjiro—, pero todos necesitamos un poco de ayuda a veces.
Mitsuri corrió hacia Tanjiro y lo ayudó a ponerse de pie.
—¡Lo haremos juntos! —exclamó ella, su entusiasmo contagiando al grupo.
Iguro, aunque silencioso como siempre, asintió con firmeza y tomó posición al lado de Mitsuri, listo para protegerla.
Con todos los pilares reunidos, el grupo se preparó para un ataque coordinado. Shinobu, con su mirada afilada, dio las órdenes.
—Nezuko, continúa debilitando su energía oscura. Tanjiro, Zenitsu y Inosuke, aprovechen cualquier apertura. Mitsuri y yo lo atacaremos directamente, y Iguro, mantente cerca para protegernos.
El plan estaba en marcha. Nezuko, aunque visiblemente exhausta, siguió emitiendo su luz brillante, manteniendo a raya la oscuridad del enemigo. Shinobu y Mitsuri avanzaron al unísono, sus movimientos rápidos y precisos. Iguro, siempre atento a los movimientos de Mitsuri, bloqueaba cualquier ataque que se acercara a ella.
La figura, ahora enfrentada a todo el grupo, luchaba por mantenerse en pie.
—¡No pueden derrotarme! —gritó, lanzando una nueva ráfaga de energía oscura hacia ellos.
Tanjiro y los demás reaccionaron al instante. Con la velocidad de Zenitsu, la furia de Inosuke y la fuerza de Tanjiro, consiguieron bloquear el ataque justo a tiempo. Shinobu y Mitsuri aprovecharon la distracción, moviéndose como sombras y golpeando a la figura con una serie de ataques rápidos.
—¡Es ahora o nunca! —gritó Tanjiro, corriendo hacia la figura con toda su fuerza.
Con su katana en alto, Tanjiro lanzó un golpe directo al corazón de la figura. Al mismo tiempo, Nezuko liberó una última oleada de energía, debilitando aún más al enemigo.
El golpe de Tanjiro fue certero. La figura soltó un grito de dolor y, finalmente, cayó de rodillas.
—Esto... no puede ser... —susurró el enemigo, antes de desvanecerse en el aire, dejando solo un eco de su presencia.
El silencio llenó el pasillo. Tanjiro y los demás, exhaustos pero victoriosos, se miraron unos a otros con alivio.
—Lo... lo logramos —dijo Zenitsu, dejando escapar un suspiro de alivio.
Inosuke soltó una carcajada.
—¡Por supuesto que lo hicimos! ¡Siempre lo hacemos! —gritó, levantando sus espadas con orgullo.
Shinobu y Mitsuri intercambiaron una sonrisa. Aunque la batalla había sido dura, sabían que el verdadero desafío aún estaba por venir.
—Esto no ha terminado —dijo Shinobu, con su tono serio volviendo a dominar—. Esta victoria solo nos ha dado tiempo. Pero debemos estar preparados para lo que viene después.
Tanjiro asintió, mirando a Nezuko, quien ahora estaba desmayada por el esfuerzo.
—Lo sé —respondió—. Pero mientras estemos juntos, podremos superar cualquier obstáculo.
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Cicatrices del Corazón: Amor en la Edad Moderna
RomanceEn un mundo alternativo donde la batalla contra Muzan ha quedado atrás, Tanjiro Kamado y sus amigos intentan adaptarse a la vida en una era moderna. Pero incluso en tiempos de paz, nuevos desafíos emergen. En una escuela secundaria, Tanjiro descubre...