No siento absolutamente ningún tipo de emoción hacia nada. No sé si estoy triste, contenta, enfadada o indiferente. Me imagino que contenta no estoy, más que nada por la cara de apio que llevo, me miro al espejo y me asusto de mi propio reflejo, pero ni siquiera eso me mueve; es como si estuviera atrapada en una especie de limbo emocional, donde todo me resbala y nada realmente me importa. Nunca me había pasado, siempre he sido una persona muy expresiva y transparente. Se me suele notar rápido si me ocurre algo, pero supongo que mi cerebro se habrá sentido desbordado.Eso sí, estoy muy irascible; siento que a la mínima que alguien me toque las narices voy a explotar. Por ello llevo tres días encerrada en casa. Suerte que mi familia se ha ido de vacaciones, así no tienen que lidiar con una adolescente inaguantable. Creerme que no estoy siendo nada dura conmigo misma; no me aguanto ni yo. Si fuera otra persona y estuviera conmigo, no me aguantaría más de veinte minutos.
No estoy así por gusto, ojalá fuera todo lo contrario; lo peor de todo es que hace unos veinte minutos estaba teniendo la ropa en tanga y con la música de mis cascos a toda hostia, pero luego se ha acabado la canción, he acabado de tender la lavadora y me he sentado mirando a un punto fijo pensando, ''y ahora qué coño hago''.
Me aburro, no tengo hambre, no tengo sueño porque acabo de tomar un café y he visto tres películas. Creo que estoy aburriendo hasta a mi gato. Hace un rato, ha venido un amigo a echar un café rápido antes de entrar al curro y, os lo prometo, no me acuerdo de nada de lo que me ha contado. He disociado tantísimo; no suele ocurrirme; siempre he tenido mucha escucha activa, pero tenía el cerebro, si es que me quedan neuronas, en Júpiter.
¿Sabéis esa sensación de vacío absoluto? Pues así me siento. Esperando a que ocurra algún acontecimiento emocionante, spoiler: no ocurrirá.
Llevo así demasiado tiempo como para saber que si no hago nada para que pase algo, no pasará. La mierda es que cuando ocurre algo suele ser malo. No quiero ser negativa, pero posiblemente sea la persona más gafe del planeta Tierra. Bueno, después de aquel hombre que fue impactado por dos rayos. Ese me gana. Pero sobrevivió, así que no sé si tenía muy mala suerte, o fue el hombre más suertudo de todos los tiempos. Prosigo con mi drama.
Esta mañana he estado leyendo, ¿para qué lo he siquiera intentado? Me he deprimido más. Era una novela típica de dos jóvenes guapísimos que se quieren, pero no se declaran porque son idiotas. Sabéis perfectamente que os gustáis, pero, cómo os gusta que la otra persona dé el paso, ¿eh? No vaya a ser que os rompáis una pierna. No estoy enfadada, aunque lo parezca, porque eso sería una emoción, y como bien os he dicho, de eso no tengo ahora mismo.
¿La neutralidad es una emoción? No lo creo. Además, si le contara a mis amigos la situación en la que me encuentro, lo más probable es que vinieran a distraerme, pero es que tampoco tengo ganas de socializar. No quiero socializar, pero tampoco me aguanto ni un segundo más. ¿Quizás me estoy volviendo loca? Es muy posible. También estoy harta de mirar el móvil. Me meto en Instagram y salgo, entro en TikTok y salgo, desbloqueo el móvil sin mensajes y lo vuelvo a bloquear. Y así, en bucle. Podría salir a dar una vuelta, pero soy demasiado vaga para ello. No quiero hacer absolutamente nada. ¿Por qué me he tomado ese café? Podría estar durmiendo y al menos así las horas pasarían rápido. Hasta me he planteado ensuciar la casa para volver a limpiarla, porque es lo único que he hecho hoy, limpiar y limpiar. Es un TOC que me da cuando no quiero enfrentar mis problemas. Muy poco maduro por mi parte, lo sé, pero tengo diecinueve años y aún estoy aprendiendo a cómo vivir o sobrevivir, más bien dicho.
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Los pedazos que (me) dejaste [✅]
Teen FictionMel es una chica de diecinueve años que está un poco perdida. En el pasado le rompieron el corazón y ahora es incapaz de volver a confiar en nadie. Junto a su mejor amiga, Ro, deciden tomar un viaje que cambiará sus vidas. ¿Encontrará la felicidad q...