Capítulo 29: La cita

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No tengo ni idea de qué ponerme. Como bien dice Sebas, nunca quedo en casa de nadie, al menos no hasta la cuarta o quinta cita. Así que no sé si debería ir más informal o arreglada. Quiero verme bien, pero sin parecer que me he esforzado demasiado. Esto de quedar en su casa me tiene bastante descolocada.

Después de probarme la ropa unas once veces y frustrarme con mi armario, decido hacer una mezcla de estilos. Me pongo una falda, unas botas altas y una sudadera. Casual, pero con un toque.

Debo admitir que estoy algo nerviosa

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Debo admitir que estoy algo nerviosa... bueno, más que algo. Si tuviera que pintarme las uñas ahora mismo, con el tembleque que llevo me acabaría pintando la mano entera. Aunque vamos a su casa, Leo ha insistido en venir a buscarme. Pues mira, mejor, así me ahorro despeinarme con el casco.

Recibo un mensaje. Seguro que es él, porque ya son las nueve.

''Estoy aquí, si no me he equivocado de bloque.''

Bajo, pero no veo ningún coche.

—¡Mel! —exclama quitándose el casco

WOW. Lo veo encima de una moto negra, y no es una chatarra como la mía. Esto tiene que ser al menos una 400 cc, y aunque no soy una experta en motos, se nota.

—Vaya, no sabía que tenías este bicharrón —digo, admirando la moto.
—Bah, solo quería impresionarte —responde con una sonrisa—. Recuerdo que me dijiste que tu película favorita de adolescente era Tres metros sobre el cielo. Hoy seré tu H.

No puedo evitar estallar en carcajadas

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No puedo evitar estallar en carcajadas. Me sorprende que se acuerde de eso. El paseo en moto hasta su casa es increíble; sinceramente, me siento como en una película. Me abrazo a él, fingiendo estar asustada por la velocidad (no me juzguéis, I'm just a girl), y respiro su perfume. Y en ese momento, todo se va al carajo.

No os lo vais a creer. Perdón por ser pesada, yo también me doy rabia ahora mismo, pero no es mi culpa que él use el mismo perfume que Antonio. ¿En serio? ¿No había otro? Cualquiera me daba igual, pero justo ese. Por unos segundos, pienso en Antonio. Pero sacudo la cabeza, decido dejar de ser tan idiota y volver a la realidad. Aun así, el paseo ya no se siente igual.

Los pedazos que (me) dejaste [✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora