Los pedazos que (me) dejaste [✅]

Capítulo 6: Mi propio cuento de hadas

En tres días no lo sé, pero en dos meses perdí la cabeza por Teo. Lo que al principio iba a ser una estancia de unas semanas en mi pueblo, se transformó en seis meses, y esos seis meses cambiaron mi vida. Teo empezó trabajando como camarero en un hotel, pero no tardó en encontrar un trabajo de lo suyo en una multinacional, a solo media hora de nuestro nuevo piso. Sí, nuestro piso. Ahorramos lo justo y nos mudamos juntos. Y si os soy sincera, lo que podría haber sido un caos de convivencia, con peleas por quién lava los platos o cómo decorar, fue todo lo contrario. Desde el primer día, fue como si hubiéramos vivido juntos toda la vida. Coincidíamos en todo, desde el estilo de vida hasta el color de las cortinas.

Mis amigas, después de verme pasar por tantas decepciones, lo adoraron al instante. Y Ro... bueno, ella y Luis siguen juntos, a pesar de la distancia. Se ven casi todos los fines de semana, lo que es genial, porque así Teo también se encuentra con su amigo. Hacemos muchos planes los cuatro, y una vez al mes volvemos a Málaga para ver a la familia de Teo. Es raro decirlo, pero mi vida ahora mismo es perfecta. No cambiaría absolutamente nada de estos meses. Solo pienso en lo que está por venir: viajar por el mundo con Teo, recorrer cada rincón con él de la mano.

Lo mejor de todo es que estar con él me ha hecho mejor. He aprendido a ver la vida de otra manera, a disfrutar de los pequeños momentos, y por primera vez en mucho tiempo, me siento completa. A veces, es verdad, el miedo me acecha. Esa vocecita que me dice que esto no puede durar para siempre, que un día me despertaré y volveré a mi antigua vida, en casa de mi madre, sin ganas de enfrentarme al mundo. Pero cuando esos pensamientos me inundan, solo tengo que girar la cabeza y ver a Teo a mi lado, con su sonrisa, leyendo tranquilamente. Lo he enganchado a la lectura, y con solo verlo, mi ansiedad se desvanece.

Todo lo que hemos vivido en estos meses me ha demostrado que, aunque a veces la vida nos sorprenda de la manera más inesperada, lo importante es lanzarse, confiar y vivir al máximo. Porque ahora sé que esto es real, y no quiero dejar escapar ni un segundo más.