Seungmin estaba solo otra vez, sumido en la oscuridad de la habitación que comenzaba a sentirse como una prisión mental tanto como física. El silencio se sentía denso, pero al mismo tiempo era lo único que le permitía pensar con claridad. Aunque su mente intentaba concentrarse en un plan de escape, una imagen recurrente aparecía: la mirada penetrante de Christopher.
Aún podía sentir el peso de aquellos ojos sobre él, como si estuvieran buscando algo más profundo, algo que ni siquiera él sabía que guardaba dentro. Había algo desconcertante en ese hombre, algo en su control absoluto que lo hacía sentirse vulnerable de una manera que no le gustaba admitir.
Chris volvió a aparecer sin previo aviso, su figura llenando el marco de la puerta. Esta vez no había nadie con él, solo el silencio y la tensión palpable que flotaba en el aire. Cerró la puerta con suavidad, y el sonido del seguro hizo eco en el espacio pequeño.
—¿Has pensado en mi oferta? —preguntó Christopher, su voz baja pero autoritaria.
Seungmin lo miró con una mezcla de desafío y algo más que ni él mismo podía definir. Sabía que tenía que mantenerse firme, pero también había algo en la cercanía de Chris que le hacía difícil pensar con claridad. El ligero roce de su presencia hacía que cada sentido de Seungmin se activara.
—No lo haré —dijo Seungmin finalmente, con un tono más calmado del que esperaba. No podía traicionar a sus amigos, eso nunca cambiaría.
Christopher se acercó lentamente, cada paso firme y controlado, hasta que quedó a poca distancia de Seungmin. Lo observó con una intensidad que parecía atravesar cualquier máscara que el ladrón hubiera construido. Seungmin intentó mantener la calma, pero algo en su pecho comenzó a acelerar, una sensación de peligro mezclada con algo... intrigante.
—No esperaba menos de ti —murmuró Christopher , inclinándose un poco hacia él, sus ojos fijos en los de Seungmin, sin apartarse—. Pero te advierto, esto no va a terminar bien para ti.
La cercanía entre ambos se volvió casi insoportable, el aire cargado con una tensión que Seungmin no estaba seguro de cómo manejar. El corazón le latía rápido, y no solo por el temor a lo que podría venir. Sentía una atracción innegable hacia Christopher, una que lo confundía y lo hacía sentir fuera de control.
—No sé qué pretendes —murmuró Seungmin, su voz ligeramente temblorosa—, pero no voy a caer en tu juego.
Chris sonrió apenas, una sonrisa que no alcanzó sus ojos, pero que tenía un efecto inesperado en Seungmin. Parecía estar disfrutando de la tensión entre ambos, como si supiera que Seungmin estaba luchando consigo mismo.
—¿Juego? —repitió suavemente—. No estoy jugando, Seungmin. Esto es muy real.
De alguna manera, esas palabras hicieron que la tensión se intensificara aún más. Ambos estaban demasiado cerca ahora, compartiendo un espacio donde todo parecía posible, donde el equilibrio entre el poder y la atracción se desdibujaba. El tiempo pareció detenerse, mientras Seungmin sentía cómo el calor de Christopher se mezclaba con el suyo.
Pero antes de que la situación pudiera avanzar más,Christopher retrocedió lentamente, como si recordara la línea que no debía cruzar. Se alisó la chaqueta y, con una última mirada a Seungmin, se dirigió hacia la puerta.
—Tienes hasta mañana —dijo de nuevo, pero esta vez su tono era más suave, más... personal—. Piénsalo.
Cuando la puerta se cerró tras él, Seungmin se quedó solo una vez más, pero esta vez con una sensación mucho más confusa en su interior. La tensión no se había disipado, sino que se había transformado en algo diferente, algo que no podía entender del todo. ¿Qué estaba haciendo Christopher? ¿Qué estaba haciendo él?
Lo único que sabía con certeza era que, pase lo que pase, ya no podía ver a Christopher Bahng de la misma manera.
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Beneath of Shadows |Chanmin
FanfictionEn un mundo de sombras y secretos, Seungmin, un ladrón huérfano con un pasado turbulento, y Christopher Bahng, el despiadado líder de la mafia más poderosa de Corea, están destinados a enfrentarse. Seungmin y sus amigos planean el golpe perfecto: ro...