Beneath of Shadows |Chanmin

Capítulo 9:

Seungmin permanecía inmóvil en la silla, procesando cada palabra que Chris había dicho. El peso de las esposas en sus muñecas parecía nada comparado con la carga emocional que sentía sobre sus hombros. Sus amigos estaban en peligro, y no importaba lo que hiciera, sentía que estaba perdiendo el control.

Chris, por otro lado, lo observaba con una tranquilidad inquietante. Había aprendido a leer a las personas, a medir sus reacciones y a usar eso en su favor. Pero con Seungmin, había algo más. No era solo un ladrón más atrapado en su red. Había algo en sus ojos, en la forma en que intentaba ocultar su vulnerabilidad. Y eso lo intrigaba.

—Vamos, Seungmin —dijo Chris, rompiendo el silencio—. No es tan complicado. Solo tienes que decidir si quieres proteger a tus amigos o ver cómo todo se desmorona.

La voz de Chris sonaba suave, casi reconfortante, pero Seungmin no era tonto. Sabía que cualquier paso en falso lo llevaría directamente a una trampa.

—¿Por qué te importa tanto lo que haga? —respondió Seungmin, alzando la vista para enfrentarse a los ojos oscuros de Chris. No era solo una pregunta, era un intento desesperado de entender lo que realmente estaba ocurriendo en la mente del mafioso.

Chris sonrió, pero esta vez fue diferente. No era una sonrisa burlona o condescendiente. Era una sonrisa que contenía secretos, promesas no dichas y tal vez algo más profundo.

—Porque tú eres diferente, Seungmin —dijo Chris, inclinándose hacia adelante, acercándose peligrosamente al espacio personal de Seungmin—. Tienes algo que me intriga . Y me interesa saber hasta dónde estarías dispuesto a llegar.

El corazón de Seungmin latía con fuerza en su pecho, pero mantuvo su expresión neutra. No podía dejar que Chris viera cuánto le afectaban esas palabras.

—No soy diferente a nadie más —respondió en un tono bajo pero firme—. Solo hago lo que tengo que hacer para sobrevivir.

Chris alzó una ceja, como si esa respuesta le hubiera divertido. Se levantó de su silla y caminó lentamente alrededor de la mesa, acercándose aún más a Seungmin.

—¿Y por eso estás aquí, arriesgando todo por una simple joya? —preguntó, su voz apenas un susurro cerca de la oreja de Seungmin—. No lo creo.

Seungmin tragó saliva. Podía sentir el calor de Chris cerca, podía escuchar cada uno de sus movimientos, y eso solo aumentaba la tensión en la sala. Intentó mantener la compostura, pero sabía que estaba perdiendo terreno.

—No tienes ni idea de lo que soy capaz —respondió finalmente, su voz temblando ligeramente.

Chris se detuvo justo detrás de él, inclinándose para susurrarle al oído.
—Oh, pero eso es exactamente lo que quiero descubrir, Seungmin.

La proximidad entre ellos era casi insoportable. Chris podía sentir la tensión en los hombros de Seungmin, podía ver cómo su cuerpo intentaba resistir, pero también cómo empezaba a desmoronarse bajo la presión.

—Tienes que entender algo —continuó Chris, su voz baja, casi seductora—. Aquí, todo se trata de poder. Y tú... —hizo una pausa, disfrutando del momento—, tú tienes algo que voy a descubrir. Algo que quiero ver más de cerca.

Seungmin respiraba con dificultad. Sabía que estaba jugando un juego peligroso, pero no tenía opción. Estaba atrapado, no solo físicamente, sino también emocionalmente. Chris lo estaba empujando a un límite que no sabía si podría manejar.

—Dime, Seungmin —dijo Chris, moviéndose finalmente hacia el frente, apoyándose contra la mesa—. ¿Qué estás dispuesto a dar para salvar a tus amigos? ¿Y qué estás dispuesto a darme a mí?

El silencio que siguió fue abrumador. Seungmin sentía como si el aire en la habitación se hubiera vuelto más pesado, más difícil de respirar. Sabía que estaba siendo manipulado, que Chris estaba jugando con él. Pero también sabía que, si no jugaba sus cartas correctamente, Jisung y Félix pagarían el precio.

Seungmin levantó la vista, sus ojos chocando con los de Chris.
—No les harás daño —dijo, intentando sonar decidido, pero su voz no era más que un susurro.

Chris sonrió, esa sonrisa misteriosa que siempre parecía esconder algo más.
—Eso depende de ti, Seungmin. Solo de ti.

Tarde pero aquí está