" A partir de ahora, somos aliados—murmuró Chris, casi en un susurro—y eso significa que también eres mío."Seungmin asintió lentamente, aún procesando las palabras de Chris mientras trataba de controlar su respiración agitada. El eco de la pelea reciente seguía resonando en su mente: los disparos, los gritos, el caos. Ahora, todo estaba en un inquietante silencio, roto únicamente por el sonido distante de las sirenas y los pasos de los guardias que aseguraban los alrededores de la mansión.
Changbin se acercó a ellos, con una herida en el brazo que apenas parecía notar. Su rostro estaba cubierto de sudor y polvo, pero su mirada seguía tan decidida como siempre.
—Los atacantes se han retirado —informó, limpiándose la sangre de la frente con el dorso de la mano—. Pero debemos estar alertas. Esto no ha terminado.
Chris lo miró con severidad, pero luego asintió.
—Sabía que esto pasaría tarde o temprano —murmuró, dirigiendo una última mirada a Seungmin—. Debemos movernos rápido, esto solo fue una advertencia.
El cuerpo de Seungmin aún estaba tenso después de la batalla, sus manos temblaban levemente. Aunque había luchado antes, nunca en una escala tan brutal y calculada como la de esa noche. Las peleas callejeras no se comparaban con la precisión y letalidad de los hombres que Chris comandaba, o los que intentaban destruirlo.
Chris caminó hacia la ventana, observando el cielo nocturno, su semblante ahora sombrío.
—Esto cambia todo. —Se giró hacia Changbin y Seungmin—. A partir de ahora, no hay espacio para errores.
Seungmin lo observaba en silencio. El tono posesivo de las palabras "eres mío" aún resonaba en su mente, mezclado con la adrenalina que no terminaba de desaparecer. Había una tensión palpable en el aire, algo que ni siquiera la reciente batalla había disipado por completo. Estaba claro que Chris lo consideraba más que un simple aliado.
Chris se giró hacia Seungmin, sus ojos oscuros cargados de una intensidad que provocaba que su corazón latiera con más fuerza.
—Tú y yo... tenemos un trato —continuó—. Pero no olvides que ahora estás en mi mundo, y no puedes escapar tan fácilmente.
Seungmin mantuvo la mirada firme, a pesar de la mezcla de emociones que recorrían su cuerpo. La atracción, la tensión entre ellos, estaba ahí, creciendo con cada segundo que pasaba en silencio.
Changbin interrumpió el momento con una tos discreta.
—Chris, necesitamos rearmarnos y reorganizarnos. Si atacaron de esa manera, es porque sabían algo. Quizás tenemos una fuga de información.
Chris asintió, aunque su mirada no se apartaba de Seungmin.
—De acuerdo —dijo finalmente, sin apartar los ojos de él—.Changbin, encárgate de eso. Seungmin y yo tenemos algo de lo que ocuparnos.
Changbin se retiró, dejando a ambos en una sala ahora desprovista del caos, pero llena de una tensión diferente.
Chris dio un paso hacia Seungmin, acortando la distancia entre ellos. Su mirada era intensa, y la atmósfera en la habitación parecía cargada de electricidad.
—No creas que esto es un juego —dijo Chris en voz baja—. Sé exactamente lo que haces, lo que sientes. Y no me detendré hasta tener todo lo que quiero.
Seungmin sintió un escalofrío recorrerle la espalda, no solo por las palabras de Chris, sino por el tono bajo y amenazante con el que las dijo. Pero, en el fondo, no podía negar que algo en esa declaración lo atraía de una manera que no entendía del todo.
—Lo mismo va para ti —respondió Seungmin, con una leve sonrisa desafiante.
Chris sonrió de vuelta, una sonrisa que no llegaba a sus ojos. La batalla acababa de empezar, no en el campo, sino entre ellos.
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Beneath of Shadows |Chanmin
ФанфикEn un mundo de sombras y secretos, Seungmin, un ladrón huérfano con un pasado turbulento, y Christopher Bahng, el despiadado líder de la mafia más poderosa de Corea, están destinados a enfrentarse. Seungmin y sus amigos planean el golpe perfecto: ro...