El ambiente en la mansión de Christopher estaba tenso. Aunque el peligro inmediato había pasado, la llegada de una nueva amenaza traía consigo una sensación de inquietud que ninguno de ellos podía ignorar. Seungmin se sentía atrapado entre la incertidumbre y los sentimientos confusos que lo embargaban desde su encuentro con Christopher. No podía dejar de pensar en la proximidad de su aliento, la manera en que su piel se había estremecido bajo su toque. Pero ahora, había algo más.Christopher estaba concentrado en la pantalla de su móvil, su expresión grave mientras leía un mensaje que acababa de recibir. Su rostro, habitualmente controlado, mostraba una sombra de preocupación.
—¿Qué pasa? —preguntó Seungmin, tratando de sonar casual, aunque su corazón latía rápido. No sabía por qué, pero la tensión en el aire no solo tenía que ver con el peligro. Algo más estaba en juego.
—Es la mafia Choi —respondió Christopher sin mirarlo, sus ojos aún fijos en la pantalla—. Parece que finalmente están moviéndose. El hijo del jefe, Soobin, está tomando un papel más activo en las operaciones de su padre. Y si ellos están metidos en esto... las cosas se van a complicar.
Seungmin sintió un escalofrío recorrer su espalda. No conocía mucho sobre la mafia Choi, pero había escuchado historias. Historias sobre su brutalidad, su poder inigualable, y lo más inquietante de todo, la inteligencia calculadora de Soobin, el hijo del jefe. No era alguien que dejara cabos sueltos, y eso lo hacía aún más peligroso.
Christopher se levantó de la silla, acercándose lentamente a Seungmin. Sus ojos oscuros eran intensos, llenos de una mezcla de preocupación y algo más... algo que Seungmin no podía descifrar del todo.
—Esto va a complicar nuestra situación. Soobin es... impredecible, y su lealtad a su padre lo hace aún más letal. —Christopher lo observó en silencio por un momento, su mirada fija en los ojos de Seungmin—. Pero no dejaré que te atrapen.
El silencio entre ambos se hizo palpable, lleno de una tensión que parecía más que solo miedo por lo que se avecinaba. Había algo en la forma en que Christopher lo miraba, algo que hacía que el aire en la habitación se sintiera denso. Seungmin sabía que había una línea que estaban a punto de cruzar, una línea que no entendía del todo, pero que lo atraía irremediablemente hacia Christopher.
—Chris... —susurró Seungmin, su voz temblando ligeramente, sin saber exactamente qué quería decir.
Antes de que pudiera procesar sus pensamientos, Christopher se inclinó sobre él, sus ojos oscuros centelleando con una emoción que Seungmin no había visto antes. La cercanía entre ellos era abrumadora, su aliento cálido acariciando la piel de Seungmin, haciendo que sus sentidos se dispararan.
—No quiero que pienses que esto es solo un juego para mí —murmuró Christopher, su voz apenas un susurro—. No puedo explicarlo, pero hay algo en ti que no puedo ignorar.
Seungmin sintió su corazón acelerarse, sus pensamientos confusos mientras intentaba procesar lo que estaba sucediendo. Sentía que debía alejarse, que esto no estaba bien, pero al mismo tiempo... lo deseaba. Lo deseaba más de lo que estaba dispuesto a admitir.
—Esto no es solo... —intentó decir Seungmin, pero sus palabras se perdieron cuando Christopher cerró la distancia entre ellos, su mano rozando suavemente la mejilla de Seungmin antes de inclinarse lo suficiente para que sus labios apenas se rozaran.
El contacto fue breve, casi inexistente, pero lo suficiente para encender una chispa en ambos. Seungmin sintió que todo a su alrededor desaparecía, y lo único que importaba era el hombre frente a él. No entendía lo que estaba pasando, pero en ese momento, tampoco le importaba.
—Esto es real —dijo Christopher, su voz baja, cargada de una intensidad que hizo que Seungmin sintiera que su mundo estaba a punto de cambiar para siempre—. Tú y yo... no somos tan diferentes.
Antes de que Seungmin pudiera responder, la puerta de la habitación se abrió de golpe, interrumpiendo el momento. Era Minho, su rostro grave y lleno de urgencia.
—Chris, tenemos un problema. La mafia Choi... están aquí.
La tensión en la habitación se disparó. Sin decir una palabra, Christopher se separó de Seungmin, su rostro volviendo a esa expresión fría y calculadora que tanto lo caracterizaba. Pero Seungmin podía ver la emoción que aún latía en sus ojos.
—Prepárate —fue lo único que dijo Christopher antes de dirigirse hacia la puerta, su mente ya enfocada en lo que estaba por venir.
Seungmin se quedó solo por un segundo, su corazón aún latiendo con fuerza, sus pensamientos en caos. Lo que había pasado entre ellos... no tenía sentido, pero al mismo tiempo, era lo único que se sentía real en medio de todo el caos.
La mafia Choi había llegado. Y con ellos, el verdadero peligro apenas comenzaba.
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Beneath of Shadows |Chanmin
Hayran KurguEn un mundo de sombras y secretos, Seungmin, un ladrón huérfano con un pasado turbulento, y Christopher Bahng, el despiadado líder de la mafia más poderosa de Corea, están destinados a enfrentarse. Seungmin y sus amigos planean el golpe perfecto: ro...