Capítulo 31

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Después de un desayuno tranquilo lleno de risas y complicidad, todos decidieron relajarse un rato en la sala. El ambiente era diferente a lo que habían vivido en los últimos días. La tensión de las batallas, las dudas y el miedo parecía haberse desvanecido, al menos por un momento. Seungmin y Christopher se sentaron en el sofá juntos, abrazados cómodamente mientras los demás se acomodaban en diferentes partes de la sala.

—¿Qué película vamos a ver? —preguntó Jeongin, mirando a Changbin con una pequeña sonrisa.

—Algo tranquilo, no estoy para más emociones fuertes por hoy —respondió Changbin con una risa.

Minho tomó el control remoto y eligió una película al azar. El sonido de la música de inicio llenó la sala, mientras todos se dejaban llevar por la tranquilidad del momento. Christopher apoyó la cabeza de Seungmin sobre su hombro, y ambos se sumieron en el silencio que compartían. Había algo en esa calma que los hacía sentir seguros, como si el caos de la vida mafiosa estuviera temporalmente lejos.

Pero esa calma no duraría mucho.

A mitad de la película, el teléfono de Christopher comenzó a sonar, rompiendo el silencio que reinaba en la sala. Todos lo miraron por un momento, curiosos por saber quién llamaba en ese momento tan inoportuno. Christopher frunció el ceño al ver el número desconocido en la pantalla. Sabía que era algo importante.

—Dame un momento —dijo suavemente, apartándose de Seungmin para levantarse del sofá.

Seungmin lo siguió con la mirada mientras salía al pasillo para contestar la llamada. Aunque intentaba relajarse, no podía evitar sentir una pequeña punzada de ansiedad. Sabía que cuando algo inesperado interrumpía un momento de tranquilidad, no era buena señal.

—¿Qué pasa? —preguntó Christopher al otro lado de la línea, su tono más serio.

La voz del informante era baja, casi susurrada, pero lo que dijo hizo que la expresión de Christopher cambiara por completo.

—Hay movimientos desde la mafia Choi. El padre de Soobin está furioso... parece que ha descubierto que fuiste tú quien mató a su hijo. Está planeando algo, pero aún no sabemos qué exactamente. Debes tener cuidado.

Christopher apretó la mandíbula. Sabía que la muerte de Soobin no sería el final del conflicto, pero no esperaba que su padre actuara tan rápido. Tomó aire antes de responder.

—Sigue vigilando y mantenme informado de cualquier cosa. No hagas nada imprudente hasta que yo lo diga —ordenó, antes de colgar el teléfono.

Cuando regresó a la sala, el ambiente relajado había cambiado. Todos lo miraban, esperando algún tipo de explicación. Christopher se tomó un segundo antes de hablar, consciente de que sus palabras cambiarían el curso de su día.

—Hay movimientos por parte del padre de Soobin —comenzó, pasando la mirada por cada uno de los presentes—. Parece que ha descubierto quién mató a su hijo y está buscando venganza.

El silencio cayó sobre la sala como una pesada manta. Todos sabían lo que eso significaba. La tranquilidad que habían conseguido después de la muerte de Soobin estaba a punto de desmoronarse.

—¿Qué hacemos? —preguntó Minho, rompiendo finalmente el silencio.

Christopher suspiró, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.

—Lo primero es asegurarnos de que todos estén seguros —respondió Christopher—. No sabemos qué está planeando exactamente, pero no podemos bajar la guardia. Quiero que vigilen cualquier movimiento extraño alrededor de la mansión. No podemos permitir que nadie se acerque sin que lo sepamos.

Jeongin, quien había estado callado hasta ahora, levantó la mirada y habló con una determinación que sorprendió a todos.

—Tal vez deberíamos ir directamente a por él antes de que él venga por nosotros —sugirió, mirando a Christopher a los ojos.

La propuesta hizo que todos se tensaran un poco. Ir a por el padre de Soobin era una jugada arriesgada, pero Jeongin tenía razón en algo: esperar a que atacaran no era una opción.

—Eso sería peligroso —intervino Changbin—. Sabemos que tiene más hombres y más poder que Soobin. No podemos subestimarlo.

Christopher asintió, considerando la propuesta de Jeongin. Sabía que atacar primero tendría sus riesgos, pero también entendía que quedarse quietos esperando no era una opción. Miró a Seungmin, buscando una señal de lo que él pensaba.

—No quiero que nadie más salga herido por esto —dijo Seungmin en voz baja, aunque su tono estaba lleno de resolución—. Pero tampoco podemos ignorar lo que está pasando. Si realmente están planeando algo, debemos estar preparados.

—Es cierto —añadió Félix, mirando a los demás—. No podemos permitir que nos sorprendan de nuevo. Lo mejor será adelantarnos a sus movimientos.

Hyunjin, que hasta ese momento había estado observando en silencio, finalmente intervino.

—Podemos dividirnos y vigilar los puntos clave. Si detectamos algún movimiento, podemos actuar rápido —sugirió, mirando a Christopher.

La tensión en la sala aumentaba. Aunque todos estaban de acuerdo en que debían hacer algo, el miedo de lo que podía ocurrir les pesaba en los corazones. Sin embargo, estaban unidos en su propósito. Sabían que debían actuar juntos si querían sobrevivir a la amenaza de la mafia Choi.

Christopher tomó una decisión. Sabía que no podía arriesgarse a perder a nadie más, y aunque la idea de Jeongin era arriesgada, tenía sentido.

—Está bien —dijo finalmente—. Nos dividiremos en grupos. Unos se quedarán aquí, vigilando los alrededores, y otros irán a investigar los movimientos del padre de Soobin. Pero no haremos nada imprudente hasta estar seguros de cuál es su plan.

El grupo asintió, aceptando la estrategia. Sabían que no iba a ser fácil, pero estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para protegerse. Mientras se organizaban para poner en marcha el plan, Seungmin no pudo evitar sentir un nudo en el estómago. Aunque estaban listos para enfrentarse a lo que fuera, sabía que la amenaza de la mafia Choi no era algo que pudieran tomar a la ligera. Y mientras miraba a Christopher, se preguntó si alguna vez encontrarían verdadera paz en medio de ese caos.

El reloj seguía corriendo, y la guerra que pensaban haber terminado apenas estaba comenzando.

El reloj seguía corriendo, y la guerra que pensaban haber terminado apenas estaba comenzando

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Beneath of Shadows   |ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora