Beneath of Shadows |Chanmin

Capítulo 13:

El aire en la mansión de Christopher se sentía más pesado que nunca. Tras el ataque, el ambiente estaba cargado de tensión, pero también de incertidumbre. Todos habían sobrevivido, pero las cicatrices de la batalla no eran solo físicas; la desconfianza hacia Seungmin se había intensificado.

Seungmin, ahora oficialmente parte del grupo de Christopher, caminaba por los pasillos con cautela. No podía ignorar las miradas que le lanzaban Changbin, Hyunjin y Minho. Eran como lobos observando a un intruso en su territorio, midiendo cada uno de sus movimientos, esperando que cometiera un error.

Una tarde, mientras Seungmin entrenaba solo en el gimnasio de la mansión, la puerta se abrió de golpe. Changbin, Hyunjin y Minho entraron con pasos firmes. La atmósfera cambió al instante, volviéndose tensa y llena de expectación.

—Nos preguntábamos cuánto tiempo ibas a seguir aquí sin demostrar que realmente tienes algo que ofrecer —dijo Changbin, con su habitual tono desafiante.

—Chris podrá confiar en ti por alguna razón —intervino Hyunjin, cruzando los brazos—, pero nosotros no estamos convencidos.

Minho asintió, observando a Seungmin con una mezcla de frialdad y curiosidad.
—Es hora de que demuestres de qué estás hecho.

Seungmin sabía que este momento llegaría. Sintió cómo su cuerpo se tensaba, pero no mostró miedo. No iba a ser fácil ganarse el respeto de ellos, aunque eso era lo último en lo que pensaba. Si quería sobrevivir en este nuevo mundo, no podía permitirse ser marginado.

—¿Y qué sugieren? —respondió Seungmin, con calma.

Changbin sonrió, pero no era una sonrisa amistosa.
—Un pequeño entrenamiento. Vamos a ver si realmente vales la pena.

El "entrenamiento" fue brutal. Changbin, Hyunjin y Minho lo empujaron al límite. Cada golpe era preciso, implacable, y Seungmin tuvo que usar toda su habilidad para mantenerse en pie. A pesar de estar en desventaja, no se rindió. Sabía pelear en la calle, y esa experiencia le dio la resistencia para aguantar.

Finalmente, jadeante y agotado, Seungmin se encontró de rodillas en el suelo. Changbin se acercó y, sorprendentemente, le ofreció una mano.

—No está mal para un ladrón —dijo, con menos hostilidad en su tono—. Pero aún tienes que demostrar mucho más.

Hyunjin y Minho no dijeron nada, pero la mirada en sus ojos indicaba que Seungmin había ganado algo de respeto, aunque quedaba un largo camino por recorrer.

Esa misma noche, mientras Seungmin descansaba en su habitación, Christopher apareció en la puerta. Observó a Seungmin por un momento antes de entrar, su expresión tranquila pero inquisitiva.

—Me han contado que te pusieron a prueba hoy —dijo Chris, sentándose cerca de la ventana.

Seungmin, todavía adolorido, asintió.
—Lo hicieron. No esperaba menos.

Chris lo miró con una ligera sonrisa.
—No es fácil ganarse su confianza. Los conozco desde hace años, y a veces incluso a mí me sorprenden. Pero te defendiste bien.

Seungmin lo observó en silencio por un momento, antes de romper el silencio con la pregunta que lo había estado atormentando desde el principio.
—¿Por qué me dejaste entrar? ¿Por qué confías en mí?

Christopher lo miró, sus ojos apenas se suavizaron mientras se cruzaba de brazos.

—No sé si puedo confiar en ti todavía, Seungmin. Pero has demostrado ser más que un simple ladrón. Has sobrevivido a cosas que otros no soportarían. Eso me intriga, pero no te equivoques, sigues bajo mi control.

El aire entre ambos se volvió más tenso. Christopher se levantó, manteniendo una mirada fría sobre Seungmin antes de dirigirse hacia la puerta.

—No te creas especial —añadió con un tono firme—. Si decides trabajar conmigo, no será porque confíe en ti, sino porque sé cómo usar lo que tienes para ofrecer.

Con esas palabras, salió de la habitación, dejando a Seungmin con una mezcla de incertidumbre y frustración.

Tarde pero está 😸