El sonido de los pasos apresurados resonaba en el frío silencio de la noche mientras salían del edificio. Las respiraciones entrecortadas y el dolor en los cuerpos de Christopher y Seungmin eran la única prueba de la dura batalla que acababan de librar. Sin embargo, no había tiempo para lamentarse o detenerse a descansar.Al llegar a las afueras, un par de figuras conocidas emergieron de las sombras. Félix y Jisung los esperaban, con rostros tensos, claramente aliviados al ver a sus amigos.
—¡Seungmin! —gritó Jisung, corriendo hacia él sin dudarlo. Lo abrazó con fuerza, como si temiera que pudiera desaparecer si lo soltaba.
Seungmin dejó escapar un suspiro tembloroso, sus manos agarrando con debilidad la espalda de Jisung. —Pensé que los habían atrapado —murmuró, su voz entrecortada por la emoción y el agotamiento.
—Nos atraparon —respondió Félix, acercándose con una sonrisa ladeada—, pero no contaban con lo escurridizos que somos. Logramos liberarnos justo a tiempo.
Jisung soltó a Seungmin solo para mirarlo fijamente, sus ojos brillando con una mezcla de alivio y preocupación. —Estás herido... —murmuró, examinando el rostro magullado y las manos temblorosas de Seungmin.
—Estoy bien —mintió Seungmin, sacudiendo la cabeza—. Lo importante es que estamos todos aquí, juntos.
El abrazo de Félix fue menos desesperado pero igualmente sincero. —Nos tenías preocupados, ¿sabes? —le dijo en voz baja, sus ojos brillando con una ternura que solía esconder bajo su actitud despreocupada.
Minho, que había estado observando la escena, intercambió una mirada con Changbin y Hyunjin. —Deberíamos irnos ya —sugirió—. No sabemos si habrá más hombres de Soobin rondando.
Christopher, apoyándose en Changbin debido a la herida en su hombro, asintió. —Minho tiene razón. Vámonos.
Con una última mirada alrededor, el grupo comenzó a moverse, apresurándose a salir de la zona lo antes posible. A pesar de la victoria, el ambiente estaba cargado de tensión, como si en cualquier momento algo pudiera salir mal de nuevo.
Al llegar a la mansión, la preocupación por las heridas de Christopher y Seungmin se hizo evidente. Hyunjin llamó rápidamente a un doctor de confianza mientras Minho ayudaba a Seungmin a sentarse en un sofá.
Christopher, herido y visiblemente cansado, se sentó a su lado, su respiración pesada. Sus ojos se encontraron por un breve momento.
—Estuviste increíble ahí dentro —murmuró Seungmin, rompiendo el silencio.
—No tanto como tú —respondió Christopher, dejando escapar una sonrisa cansada. Llevó una mano al hombro donde la bala aún permanecía alojada, sintiendo un dolor punzante cada vez que se movía.
El doctor llegó poco después y se puso manos a la obra, primero revisando la herida de Christopher. Mientras le limpiaba la sangre y preparaba los instrumentos para sacar la bala, Seungmin observaba en silencio, sus ojos fijos en el rostro tenso de Christopher. Cada vez que este se quejaba de dolor, Seungmin sentía una punzada en el pecho.
—Tienes suerte de que la bala no haya afectado ningún órgano vital —comentó el doctor, extrayendo el proyectil con precisión—. Pero necesitarás descansar, o esta herida no sanará bien.
Christopher asintió, respirando hondo mientras sentía el alivio de la bala saliendo de su cuerpo. Seungmin se estremeció, sabiendo que pronto sería su turno de ser atendido.
Cuando el doctor terminó con Christopher, se volvió hacia Seungmin. —Ahora tú —le dijo, revisando las heridas más superficiales primero.
Aunque las heridas de Seungmin no eran tan graves como las de Christopher, seguían siendo dolorosas, y con cada toque del doctor, Seungmin luchaba por no dejar escapar quejas de dolor. Christopher, sentado a su lado, lo observaba con preocupación.
Cuando todo terminó y el doctor los dejó con recomendaciones estrictas de descanso, el silencio volvió a llenar el espacio. El resto del grupo se había dispersado, dejándolos solos en la sala principal.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Christopher en voz baja, rompiendo la tensión que se había instalado entre ambos.
Seungmin lo miró, sus ojos cansados pero brillantes. —Honestamente... No lo sé. Hay tantas cosas que han pasado en tan poco tiempo. —Hizo una pausa, sus manos temblando ligeramente mientras trataba de encontrar las palabras correctas—. No sé cómo procesarlo todo, Chris. Estuve tan cerca de perderte, y no sé qué hubiera hecho si...
Christopher, sin dudarlo, se inclinó hacia él y tomó sus manos entre las suyas. —No voy a ninguna parte, Seungmin. Lo prometo.
Ese simple gesto, esa conexión física, fue suficiente para calmar el corazón agitado de Seungmin. Cerró los ojos por un momento, dejando que el peso de todo lo que había ocurrido cayera sobre él. Cuando abrió los ojos de nuevo, vio a Christopher observándolo con una intensidad que le hizo olvidar por un momento el dolor.
—Gracias por no rendirte —dijo Seungmin en un susurro—. Por venir por mí.
—Siempre vendré por ti —respondió Christopher sin dudarlo, su voz firme y segura.
En ese instante, no hicieron falta más palabras. Aunque el dolor físico aún estaba presente, ambos sabían que, emocionalmente, se habían fortalecido. Estaban en esto juntos, y nada ni nadie podría cambiar eso.
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Beneath of Shadows |Chanmin
FanfictionEn un mundo de sombras y secretos, Seungmin, un ladrón huérfano con un pasado turbulento, y Christopher Bahng, el despiadado líder de la mafia más poderosa de Corea, están destinados a enfrentarse. Seungmin y sus amigos planean el golpe perfecto: ro...