Beneath of Shadows |Chanmin

Capítulo 4:

Seungmin podía sentir la mirada helada de Christopher clavada en él. La habitación parecía haberse encogido, cada rincón lleno de una tensión palpable. Minho, a un costado, no había apartado la mano de su pistola. Sabía que no tenía mucho tiempo antes de que la situación explotara.

-No me gusta repetir preguntas dijo Chris, su voz suave pero cargada de peligro. ¿Quién eres?

El silencio que siguió fue insoportable. Seungmin, calculador como siempre, evaluaba cada posible respuesta. Sabía que una mentira mal contada lo llevaría a una tumba prematura. Decidió apostar por una verdad a medias

-No soy nadie importante respondió con una calma forzada-. Solo un hombre que está en el lugar equivocado, en el momento equivocado.

Bahng entrecerró los ojos, escudriñando cada gesto. No era estúpido. Sabía que el hombre frente a él no era un simple ladrón callejero. Había algo en su actitud, en su mirada, que lo hacía dudar.

Minho fue el primero en romper el silencio, con una sonrisa fría y cargada de desdén. -¿Ladrón de poca monta, eh? Aún no has respondido la pregunta. ¿Qué hacías aquí? -preguntó, mientras daba un paso adelante, dejando claro que no tenía problema en usar la fuerza si era necesario.

Seungmin trago saliva, manteniendo la compostura. Sabía que no podía demostrar debilidad, especialmente frente a Christopher Bahng, quien claramente tenía el control absoluto de la situación. Decidió ser más directo, pero no del todo sincero.

-El collar -admitió Seungmin, sus ojos fijos en Chris -. Vine por él.

Un breve silencio llenó la habitación, seguido por una risa corta de Christopher .El líder mafioso se levantó lentamente de su asiento, caminando en dirección a Seungmin, su postura imponente y relajada, como si nada lo perturbara.

-Así que eres uno de esos -dijo Chris , observando a Seungmin como si fuera un enigma a descifrar-. ¿Sabes cuánto es, entrando en territorio ajeno  buscando robarme?

Antes de que Seungmin pudiera responder, la puerta de la habitación se abrió de golpe, revelando a Changbin y Hyunjin, quienes habían sido alertados por Minho. Ambos entraron con el mismo aire de seguridad que caracterizaba a los hombres de Christopher .

-Lo atrapamos intentando escapar -informó Hyunjin-, pero parece que sus amigos lograron salir.

El corazón de Seungmin dio un vuelco. Jisung y Félix habían escapado, lo cual era bueno, pero eso también significaba que él estaba solo.

-Sus amigos... -murmuró Changbin, mirándolo con una mezcla de curiosidad y desprecio-. No tendrán muchas opciones rara esconderse, lo sabes, ¿verdad: nadie se mete con nosotros y sale ileso.

Seungmin sabía que tenía que ganar tiempo, evitar una confrontación directa y quizás, encontrar una manera de salir de esta. Pero lo que más le preocupaba era cómo Bahng lo miraba, como si ya supiera cuál sería su siguiente movimiento.

-Escucha -dijo Seungmin con cautela-. No estoy aquí para empezar una guerra. Solo era un trabajo. Algo rápido, limpio, sin dejar rastros.

Christopher lo miró durante un largo momento antes de responder. -Eso ya no importa. Estás en mis manos ahora.

Con una señal de  Chris , Minho y Changbin toma  a Seungmin de los brazos, inmovilizándolo mientras lo llevaban hacia una de las habitaciones del fondo. Seungmin no opuso resistencia; sabía que cada movimiento debía ser calculado, y la única forma de salir con vida era pensar en el próximo paso.

Horas después, Seungmin estaba sentado en una oscura habitación, atado a una silla de madera. Frente a él, Christopher permanecía de pie, imperturbable, con Hyunjin a su lado.

-Tienes dos opciones -empezó Christopher , su voz firme pero sin alzarla-. Me dices quién te mandó, y quizás te deje salir caminando de aquí. Si no... bueno, sabes lo que pasa cuando no cooperas.

Seungmin levantó la vista, su mirada cargada de desafío. -¿Qué te hace pensar que voy a cooperar? Si algo he aprendido en este mundo, es que la lealtad no se vende. No fácilmente, al menos.

Chris esbozó una pequeña sonrisa, como si esa respuesta lo hubiera entretenido más que molestado. -La lealtad es un concepto interesante, especialmente cuando está en juego tu vida.

Hyunjin, sin esperar más, dio un paso adelante y sujetó a Seungmin por el cuello de la camisa, acercándolo peligrosamente hacia él. -Escucha bien, no eres el primero que intenta robar a nuestra familia, y no serás el último. Pero te aseguro que si no hablas, tu destino será mucho peor que el de los anteriores.

El silencio en la sala era sofocante, pero Seungmin mantuvo su postura. La situación era crítica, pero no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente. Sabía que, de alguna manera, tenía que escapar. No solo por su vida, sino también por la de sus amigos.