La mansión estaba sumida en un silencio cómodo mientras Christopher y Seungmin se sentaban juntos en la sala de estar. La tensión del día anterior comenzaba a disiparse, pero algo en el aire hacía que ambos sintieran la necesidad de hablar, de abrirse. Había un abismo entre ellos que, hasta ahora, no habían cruzado, y ambos sabían que era el momento de hacerlo.Christopher miró a Seungmin, quien estaba sentado a su lado en el sofá, y tomó una profunda respiración antes de comenzar. —Sabes, no siempre quise ser parte de este mundo —comenzó en voz baja, sin apartar la mirada de las llamas que danzaban en la chimenea—. De hecho, lo odiaba.
Seungmin lo miró, sorprendido por la confesión. Había visto a Christopher como alguien fuerte, imponente, que siempre parecía tener control sobre su entorno. Pero ahora, la vulnerabilidad en su voz lo hizo ver más humano.
—¿Por qué lo odiabas? —preguntó suavemente Seungmin, acercándose un poco más.
Christopher cerró los ojos por un momento, recordando. —Mi padre... él me obligó a entrar en esto cuando era muy joven. Apenas tenía edad suficiente para entender lo que hacía, y ya estaba metido en medio de todo este caos. —Su voz se quebró levemente, pero continuó—. Cada error que cometía, cada paso en falso, lo pagaba con golpes. Nunca era suficiente, nunca lo hacía bien. Mi madre... ella siempre intentaba limpiar mis heridas después de cada paliza. Recuerdo cómo me pedía perdón una y otra vez, pero nunca podía intervenir. Tenía miedo de él, igual que yo.
Seungmin apretó su mano con fuerza, transmitiéndole un poco de consuelo. —Debe haber sido horrible.
—Lo fue —admitió Christopher, desviando la mirada por un momento—. Pero lo peor de todo era pensar que Jeongin podría pasar por lo mismo. Desde el momento en que nació, supe que tenía que protegerlo. Hice todo lo posible para mantenerlo alejado de este mundo, para que no tuviera que sufrir como yo. Y hasta ahora, lo he logrado.
Seungmin se quedó en silencio por un momento, asimilando lo que acababa de escuchar. Ahora entendía por qué Christopher era tan protector con su hermano. Había luchado contra todo para mantenerlo a salvo, y ese sacrificio lo había moldeado.
—Tú has hecho todo lo posible por él —dijo Seungmin con suavidad—. Y eso dice mucho de ti.
Christopher asintió, agradecido por las palabras de Seungmin. El silencio entre ellos no era incómodo, sino lleno de comprensión. Seungmin, sintiendo que era el momento adecuado, decidió compartir su propia historia.
—Mis padres murieron cuando yo tenía solo tres años —dijo Seungmin, con la mirada perdida en el vacío—. No recuerdo mucho de ellos. Solo... el fuego. —Hizo una pausa, sintiendo el calor en su pecho al recordar—. El incendio consumió todo. Recuerdo las llamas por todas partes, pero nada más después de eso. Solo sé que llegué a un orfanato poco tiempo después.
Christopher lo escuchaba en silencio, comprendiendo el dolor de perder a la familia a una edad tan temprana.
—Ahí fue donde conocí a Félix y Jisung —continuó Seungmin, sonriendo levemente al recordar—. Nos llevamos bien desde el principio. Ellos fueron los primeros amigos que tuve. Siempre estuvieron a mi lado, y yo a su lado. Nos ayudábamos mutuamente a superar lo que fuese.
Christopher asintió, reconociendo en esas palabras el valor de la amistad.
—Hubo varias familias que intentaron adoptarme —dijo Seungmin, su voz ahora más baja—. Pero siempre me devolvían. Nunca entendí por qué. Pensaba que era algo que había hecho mal. Que de alguna forma, yo era el problema.
—No lo eras —dijo Christopher con firmeza, acercándose aún más—. No lo eras.
Seungmin levantó la vista y encontró los ojos de Christopher llenos de comprensión y apoyo. Sintió una calidez en su pecho, como si por fin hubiera encontrado a alguien que entendía su dolor, sus miedos.
Sin decir más, ambos se inclinaron hacia adelante, y sus labios se encontraron en un beso sincero y profundo. Fue un gesto lleno de emoción, de promesas no dichas, y de un entendimiento que iba más allá de las palabras.
Se separaron lentamente, quedándose en silencio, pero ahora más cerca que nunca. Sin embargo, el momento fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose.
—¡Christopher! ¡Seungmin! —La voz de Jisung rompió el silencio. Ambos se volvieron para ver a Jisung entrando en la sala, con una expresión seria—. Tenemos que hablar.
Christopher frunció el ceño, reconociendo la urgencia en su tono. —¿Qué pasa?
Jisung se acercó rápidamente, respirando agitadamente. —Acabo de recibir información sobre el padre de Soobin. Parte de su plan... es mucho peor de lo que pensábamos.
—¿Qué has descubierto? —preguntó Seungmin, su corazón comenzando a latir más rápido.
—Tiene a varios de sus hombres moviéndose por la ciudad —dijo Jisung, mirando directamente a Christopher—. Y planean un ataque. No es solo una venganza por Soobin. Está organizando un golpe masivo, y nosotros somos el objetivo principal.
Christopher se tensó, procesando la información rápidamente. —¿Cuándo?
—Pronto. No tengo una fecha exacta, pero esto es inminente. No podemos quedarnos aquí esperando a que nos ataquen —respondió Jisung.
Christopher asintió, su mente ya comenzando a trazar un plan. —Necesitamos prepararnos. Y contactar a todos nuestros aliados.
—Puedo hablar con algunos de mis contactos —añadió Jisung—. Tal vez puedan darnos más detalles, pero vamos a necesitar movernos rápido.
—Está bien —dijo Christopher, poniéndose de pie—. Jisung, encárgate de eso. Nosotros nos prepararemos aquí.
Seungmin lo miró, sintiendo que el peso de lo que estaba por venir comenzaba a caer sobre ellos. Sin embargo, esta vez no estaba solo.
🙀 uy ,se viene lo fuerte
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Beneath of Shadows |Chanmin
Fiksi PenggemarEn un mundo de sombras y secretos, Seungmin, un ladrón huérfano con un pasado turbulento, y Christopher Bahng, el despiadado líder de la mafia más poderosa de Corea, están destinados a enfrentarse. Seungmin y sus amigos planean el golpe perfecto: ro...