La habitación estaba en silencio, apenas iluminada por la suave luz que se colaba a través de las cortinas. Seungmin y Christopher se sentaban uno al lado del otro en la cama, ambos agotados tras la intensidad de las últimas horas. El silencio que compartían era cómodo, pero lleno de tensión latente, como si una corriente eléctrica flotara entre ellos, esperando ser liberada.Christopher fue el primero en romper el silencio.
—No quiero que pases por esto nunca más —murmuró, su voz apenas un susurro, mientras miraba fijamente el suelo—. No soportaría volver a verte en peligro, Seungmin.
Seungmin lo miró en silencio, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Sabía que Christopher hablaba en serio, que realmente le preocupaba. Pero también sabía que ellos vivían en un mundo peligroso, un mundo en el que la seguridad no estaba garantizada. Aun así, las palabras de Christopher tocaron algo profundo dentro de él.
—Yo tampoco quiero volver a vivir algo así —admitió Seungmin, su mano rozando la de Christopher de forma accidental. Ese pequeño contacto hizo que ambos alzaran la mirada, encontrándose en medio del silencio compartido.
Seungmin notó cómo la mirada de Christopher se suavizaba, observándolo de una forma que nunca había visto antes. Y antes de poder pensarlo, se inclinó hacia él, sus labios encontrándose en un beso suave, casi tímido al principio, como si estuvieran probando el terreno.
Pero el beso no se mantuvo tímido por mucho tiempo. La tensión acumulada durante tanto tiempo, la cercanía emocional que ambos habían experimentado en los últimos días, todo eso explotó en ese momento. El beso se volvió más profundo, más desesperado, como si ambos estuvieran tratando de aferrarse el uno al otro en medio del caos que los rodeaba.
Las manos de Christopher se movieron con cuidado, primero tocando la mejilla de Seungmin, luego bajando lentamente por su cuello. Sentía la piel cálida de Seungmin bajo sus dedos, y eso solo avivaba el fuego en su interior. Seungmin, por su parte, correspondió con la misma intensidad, sus manos enredándose en el cabello de Christopher mientras el beso se volvía más apasionado.
El calor entre ellos aumentaba con cada segundo, y pronto ya no había más espacio para pensamientos racionales. Ambos se dejaron llevar por el deseo, el beso intensificándose mientras las manos exploraban el cuerpo del otro. En ese momento, todo lo que importaba era lo que estaban sintiendo, el deseo creciente que los unía.
Eventualmente, cuando el frenesí comenzó a calmarse, ambos se separaron ligeramente, respirando de forma agitada mientras se miraban. Ninguno de los dos dijo una palabra, pero no era necesario. El silencio que los envolvía era suficiente para comunicar lo que ambos sentían.
Seungmin apoyó su cabeza en el pecho de Christopher, quien lo rodeó con sus brazos, abrazándolo fuertemente. Permanecieron así por un rato, sus respiraciones volviéndose más calmadas a medida que el ritmo frenético del momento pasaba. Se sentían seguros, uno en brazos del otro, como si, a pesar de todo lo que había pasado, pudieran encontrar paz en esa conexión.
—No quiero que esto termine —susurró Seungmin, rompiendo el silencio. Su voz estaba teñida de vulnerabilidad, pero también de algo más profundo.
—No va a terminar —respondió Christopher, besando la parte superior de su cabeza—. No dejaré que lo haga.
Seungmin cerró los ojos, aferrándose aún más a Christopher. Y así, en esa quietud, ambos permitieron que su conexión se fortaleciera aún más.
Mientras tanto, en la sala principal de la mansión, Changbin, Hyunjin, Minho, Félix y Jisung estaban sentados alrededor de la mesa. Había una extraña sensación de alivio en el aire. La tensión entre ellos, que había sido palpable durante los últimos días, comenzaba a desvanecerse.
—¿Crees que estarán bien? —preguntó Félix, con preocupación en sus ojos, refiriéndose a Christopher y Seungmin.
Minho asintió lentamente, su mirada fija en la mesa.
—Les hará bien estar a solas —dijo en voz baja, mirando de reojo a Hyunjin—. Han pasado por demasiado juntos. Necesitan este momento.
Jisung, que estaba sentado al lado de Changbin, soltó una risa ligera, aunque había un toque de nerviosismo en su tono.
—¿Quién lo hubiera dicho? Seungmin y Christopher. Nunca lo habría imaginado.
Changbin asintió, pero no dijo nada. En su interior, seguía procesando todo lo que había ocurrido. Pero a pesar de sus dudas iniciales sobre Seungmin, ahora no podía negar lo que veía. Sabía que Christopher realmente sentía algo fuerte por él. Y por cómo Seungmin había arriesgado todo por ellos, estaba claro que él sentía lo mismo.
—Tienes razón —respondió Changbin finalmente—. Seungmin es más fuerte de lo que pensábamos.
Hyunjin sonrió levemente.
—Siempre lo ha sido. Solo necesitábamos darle una oportunidad.
El ambiente se alivió un poco más, y el grupo comenzó a relajarse. Aunque todavía quedaba mucho por resolver, todos sabían que habían dado un paso importante. Poco a poco, las barreras que habían existido entre ellos y Seungmin comenzaban a desmoronarse. Con el tiempo, tal vez, podrían llegar a considerarse verdaderos amigos
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Beneath of Shadows |Chanmin
FanfictionEn un mundo de sombras y secretos, Seungmin, un ladrón huérfano con un pasado turbulento, y Christopher Bahng, el despiadado líder de la mafia más poderosa de Corea, están destinados a enfrentarse. Seungmin y sus amigos planean el golpe perfecto: ro...