Wednesday Addams odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Enid Sinclair, para que sea la...
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-Entonces -dijo Yoko, lentamente-, ¿dónde se conocieron?
-En la plaza.
-En un sitio web.
Todas en la mesa miraron a Wednesday y a Enid: la primero frunció el ceño tratando de no lucir enfadada, en tanto la segunda se encogía de hombros, sin dejar de sonreír.
-En un café.
-Se acercó mientras vendía mis pastelitos.
Wednesday se giró hacia Enid con los ojos entrecerrados.
-¿Haces pastelitos?
-Si te dedicaras a algo más que tocarme el trasero, te fijarías que te hago pastelitos -mintió Enid con una expresión indignada.
Yoko se atoró con su saliva, pero antes de que pudiera hacer algo más, Divina se movió para evitar un desastre. Sin embargo, de poco le sirvió, ya que Eugene le escupió el agua que había estado bebiendo.
Con un chillido de indignación, Divina le dio un golpe a Eugene.
Wednesday hizo rechinar sus dientes.
-Nos conocimos en un café que queda en la plaza luego de haber hablado por un sitio web -soltó la de ojos gatunos, dándole un pellizco a la rubia en la pierna para que no dijera nada.
Divina, limpiando su rostro con una servilleta, las miró con los labios arrugados.
-¿Segura, Wednesday? -le dijo con sospecha -. Nunca antes nos habías hablado de esta chica -la sonrisa de Enid se tambaleó un momento. -¿No nos estás mintiendo?
Wednesday observó a la castaña con frialdad y una expresión imperturbable, sin dejar traslucir un poco parte de la mentira. Sin embargo, estaba tardando mucho en responder, y Enid decidió que lo mejor sería intervenir.
¿Y qué mejor manera de intervenir que humillando a Wednesday?
-¡Gatito, ¿no le has contado de mí a tus amigas?! -dijo tomándola del brazo, llamando su atención.
La pelinegra soltó un resoplido, pero antes de poder decir algo, Eugene comenzó a reírse como desquiciado.
-¡¿Gatito?! -soltó entre risas-. ¡Wednesday, eres su lindo gatito! -Yoko bajó la vista, ocultando su sonrisa-. ¿En la cama maúllas? -incluso Divina tuvo que tapar su boca para no reírse como si estuvieran limpiando un vidrio, mientras Eugene se sostenía de la mesa para no caerse debido a la risa.
-Oh, voy a matarte -Addams se puso de pie mientras Enid comenzaba a reírse también.
-No si yo lo hago primero, anciana.
Antes de lanzarse sobre su amiga, alguien tomó del hombro a Wednesday y tiró de ella, volteándola. Todas se giraron a ver el momento exacto en el que el muchacho alto de antes, que había estado abrazando a Enid, golpeaba a Wednesday en la mejilla con su puño, con el ceño ligeramente fruncido.
La mayor cayó al suelo mientras Enid soltaba un grito bajo.
-¡Xavy ¿qué demonios estás haciendo?! -chilló Enid, poniéndose de pie.
Wednesday debía admitirlo: por un breve momento, quería saber cómo se vería Enid diciendo maldiciones y cosas sucias en la cama.
Borró la imagen mental que se hizo antes de lanzarse sobre la de gran estatura, ahora ambas cayendo al suelo.