Wednesday Addams odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Enid Sinclair, para que sea la...
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-Entonces, Wellesday...
-Mamá, es Wednesday.
-Como sea - Esther se cruzó de brazos mientras estaba de pie ante la puerta de la cocina en tanto Enid parecía querer desaparecer de allí. Olivia, al lado de su media hermana, sonreía burlona. -¿Qué intenciones tienes con mi retoña?
-¡Por Dios, mamá, estás actuando como una loca!
-¡Nini! -regañó Esther agarrándole la oreja. -Déjame actuar como una madre por una vez en tu vida, ¿está bien? ¡Debo protegerte! ¡Imagínate que esta tal Willa-!
-¡Es Wednesday, mamá, Wednesday!
-Sus gritos se escuchan hasta la otra cuadra -todas se voltearon a ver al hombre de pie ante las escaleras, que sonreía amistosamente-. Buenas tardes, Wednesday, soy Mark, padrastro de Enid. Y él es Max -se hizo a un lado, mostrando a un muchacho que sonreía con dulzura, y no parecía tener más de trece años.
-Hola, Wednesday -saludó el chico -. Es muy guapa -miró a Enid con los ojos brillando-. Hermanita, ¿no tiene amigas así de guapas para mí?
-Tengo muchas amigas, pero lo siento, Max, creo que todas son lesbianas.
Max hizo un pequeño puchero, cruzándose de brazos.
-Max -dijo Mark pasando un brazo por la cintura de Esther, que seguía un poco enfurruñada. -Calma esas garras, ¿si? Todavía eres un bebé.
-¡No lo soy!
-Vamos- Enid le tomó la mano a Wednesday, arrastrándola al patio trasero. - Si sigues allí, mamá empezará a interrogarte y no creo que quieras eso.
-Sí-concedió Wednesday sentándose en la pequeña banca que había en el patio -. Seguro me habría puesto nerviosa y le habría dicho algo así de que quiero sodomizar a su hija.
Enid enrojeció, cubriendo su rostro mientras Wednesday soltaba una risa divertida, pasando un brazo por el hombro de la menor para luego darle un beso en la frente.
-Te encanta humillarme, ¿no es así? -murmuró Enid avergonzada.
-Claro que sí - Wednesday le revolvió el cabello, sacando entonces de su mochila una pequeña cajita-. Te compré un regalo, Nini.
Esta parpadeó, observando la pequeña cajita de terciopelo, para luego tomarla delicadamente. Pasaron unos segundos sin que la chica la abriera, pero entonces levantó la vista con los ojos llorosos.
-Wednesday... no era necesario...
-Claro que lo es -hizo una mueca -. Anda, ábrelo antes de que quiera morirme.
Cuidadosamente, Enid abrió la caja, y cuando vio su contenido, enmudeció por completo.
Addams sintió su estómago revuelto al imaginar que a Enid no le gustaría, que sonreiría forzadamente para luego decir que estaba bonito cuando no era así. Estaba preparada para cualquier escenario.
