Wednesday Addams odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Enid Sinclair, para que sea la...
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Esa tarde, Enid llegó a casa cerca de las ocho de la noche, totalmente preocupada de Sophie.
Entró al pequeño hogar que compartía con su hermana luego de que su mamá las hubiera abandonado cuando tenía cinco años y que su papá muriera a los quince, suspirando un poco agotada por el largo día que había tenido en la universidad. Además, cuando fue a dejar a Wednesday a su casa se encontraron con su mamá, que la invitó a cenar algo antes de irse sabiendo que la chica no tendría mucho que comer al llegar a casa.
-Sophie, ya llegué -dijo a modo de saludo luego de cerrar la puerta.
-Nini -entró al comedor, viendo a su hermana acostada en el sillón, e inmediatamente se preocupó—. Νο pongas esa cara, estoy bien.
-¿Estás segura? -se inclinó a su lado, mirando su rostro cuidadosamente -. Si te sientes mal, podemos ir al hospital.
-Sólo estoy cansada, no es nada - Sophie le sonrió de esa forma tranquilizadora que ella tenía y suspiró, sentándose a su lado. ¿Cómo te fue en la universidad hoy?
-Bien-le sonrió, acariciándole el cabello-. Lo de siempre, las clases me hicieron dormir, estuve sacándole fotografías a todo el mundo...
-¿Puedo verlas? -Sophie le hizo un puchero-. Ver tus fotos siempre me alegra, Nini.
La chica arrugó los labios, pero al final suspiró sacando de su mochila la cámara fotográfica que con tanto esfuerzo se había comprado años antes. Se la tendió mientras sacaba su móvil, revisando los mensajes que Xavier le había enviado diciéndole si quería ir a una cita doble con él.
Enid no sabía si aceptar, considerando que las cosas habían estado un poco raras entre Wednesday y ella los últimos días después de que la masturbara en ese callejón. Por supuesto, le había pedido perdón a Ajax por lo que le dijo, pero el chico no estaba enojado y sólo la abrazó diciéndole que no quería pelear jamás con ella; Wednesday, por otro lado... No habían hablado de lo que ocurrió ese día, aunque tampoco es como si hubieran hecho que no existía. De vez en cuando se daban la mano y pequeños besos sorpresivos que la dejaban en las nubes, sin embargo, había momentos en los que no sabía qué pensar.
-Nini.
-Sí, Sophie.
-¿Ella es tu novia?
-Sí, ¿por qué-? -se interrumpió, mirando a su hermana que sonreía de forma picarona-. ¡No, no, es una amiga!
-¡A mí no me mientes, Enid Sinclair!
-¡No te estoy mintiendo!
-¡Estás ruborizada y con expresión culpable!
-¡Aaaagh, basta!
-¡Quiero conocerla, anda, nini, preséntame a tu novia! -le mostró la cámara, señalando a Wednesday. En la fotografía estaba mirando de forma inexpresiva hacia el cielo, como si hubiera algo interesante allí.
Sin embargo, para Enid se veía total, absolutamente preciosa.
-¡No, no y no!
-¡No seas cruel, nini! -lloriqueó-. ¿Por qué eres así con...? -la mayor se detuvo un momento para luego comenzar a toser.
Enid se enderezó, alerta, mientras su hermana cubría su boca con su mano.
-¿Sophie?-preguntó asustada.
-No es... -Sophie volvió a toser y Enid lo vio.
Sangre en la mano de Sophie.
Se puso de pie.
-Nos vamos al hospital-le dijo con tono serio.
-Enid, no es... necesario -jadeó la chica medio ahogada.
Pero Enid no la escuchó mientras sacaba su celular y llamaba un taxi, urgida por la desesperante situación en la que estaba.
No era fácil sobrevivir, después de todo, estudiando y cuidando a tu hermana enferma de cáncer al pulmón.
No cuando le habían diagnosticado meses de vida y no podía hacer nada para evitarlo.
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JAKSKSKSKSKKS YA EMPIEZA LO BUENO
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