XI

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Enid se había dado cuenta de que Wednesday Addams le gustaba demasiado.

Y eso era un severo, grave problema que debía resolver si no quería salir herida.

Porque esa relación era falsa no iría a ningún lado, y si llegaba a querer a Wednesday terminaría con el corazón roto y sin nadie que pudiera sostenerla.

Pero había momentos donde a Enid no le importaba eso. Había momentos donde Enid estaba dispuesta a terminar con el corazón roto si eso significaba aprovechar cada segundo que le quedaba con Wednesday.

Como cuando Wednesday le sonrió por primera vez, sus ojos desapareciendo mientras sus labios se estiraban en una amplia sonrisa, luego de que Enid hubiera hecho un comentario estúpido que ya no recordaba bien, pues la sonrisa de Wednesday era tan brillante que cualquiera se enamoraría al verla.

O también cuando estaban saliendo de la Facultad de Arquitectura, y alguien pasó a empujarla, entonces Wednesday la tomó de la cintura y de la mano para impedir que cayera al suelo. La forma en la que la sostuvo, el hecho de que luego no soltara su mano y corroborara si estaba bien, hizo que algo se sintiera bien en su interior.

O cuando Wednesday la besó por primera vez.

Los labios de Wednesday eran suaves. Eran cálidos. Eran amables.

Wednesday había obtenido su primer beso, y Enid estaba feliz de que su primer beso fuera de Wednesday, aunque toda esa situación hubiera sido una farsa. Enid estaba dispuesta a darle todo a Wednesday si se lo pedía, a pesar de que pareciera querer mantener las distancias.

Si Wednesday quería darle más besos, Enid le daría más besos.

Si Wednesday quería un pastelito de Enid, Enid le cocinaría todos los pastelitos del mundo.

Si Wednesday quería llevarla a la cama, Enid iría bien dispuesta.

Bueno, quizás protestaría un poco. Sólo un poquito.

Estaba perdida y locamente enamorada de Wednesday, y eso dolía. Dolía cuando Wednesday la miraba a los ojos, cuando le murmuraba algo al oído, cuando Wednesday le tomaba la mano, cuando la abrazaba por la cintura frente a todos.

A veces rezaba que todo eso no fuera una farsa.

-Enid, ¿cómo está tu hermana? - preguntó esa mañana la mamá de Wednesday mientras su hija iba a buscar su mochila.

Sonrió de lado, jugueteando con la cajita donde llevaba sus pastelitos.

Iba a contestar cuando Wednesday habló:

-¿Tienes una hermana?

Estaba de pie bajo el marco de la puerta con el ceño fruncido, su reciente cabello teñido de rubio cayendo sobre sus ojos.

A Enid le encantaba como se veía rubia. Estaba segura de que si su cabello estaba teñido hasta de color verde moco se vería linda.

Tal vez no tanto, pero a Enid le encantaría igual.

Se encogió de hombros, quitándole importancia.

-Vamos, gatito -extendió su mano, tomándosela, y se despidieron de Morticia.

Pero Wednesday seguía curiosa.

-Nunca me has hablado de ella -protestó infantilmente.

Y Enid hizo lo necesario para herirla, para alejarla.

-No es necesario que lo hagas. No le voy a presentar a una novia falsa- respondió como si nada.

Sin embargo, Enid vio la rápida mirada herida de Wednesday quien soltó su mano suavemente, y  entonces quiso tomarla en brazos, llenarle el rostro de besos, decirle que la quería, que quería estar a su lado para siempre.

Por supuesto que no lo hizo. Sólo siguió caminando mientras sentía que algo se rompía en su interior.















¡MARATOOOOOOOOOOÓN!

Serán de 10-12 capituloooooos <33

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