Wednesday Addams odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Enid Sinclair, para que sea la...
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Wednesday despertó en medio de la noche al sentir movimiento en su cama, a su lado, y abrió los ojos de forma perezosa, creyendo que su madre la estaría despertando para quién sabe qué.
No esperaba encontrarse con el rostro lloroso de Enid al frente suyo, acostada, con una expresión tímida y nerviosa.
Frunció el ceño levemente, confundida, sin saber qué decir.
-Nini... -susurró un tanto atónita.
-Wedny-murmuró para luego apoyar su cabeza contra el hombro de Addams, y sintió entonces sus ropas húmedas. Como si alguien estuviera llorando-. Wedny, lo... lo si-siento... tanto...
Se quedó quieta al principio, sin saber cómo reaccionar ante esa extraña situación. Horas antes, Enid le había dicho que no podían besarse, pero ahora...
¿Qué estaba ocurriendo?
-Está bien -titubeó acariciándole la nuca. Tranquila, Nini...
-Te quiero tanto -murmuró-. Te amo tanto que duele, Wednesday -cuidadosamente, llevó la mano de la mayor a su pecho-. Es como si... como si me estuvieras enterrando un cuchillo aquí, mi amor.
Wednesday cerró sus ojos, sintiendo los labios de Enid acariciar su cuello superficialmente, y escalofríos recorrieron su cuerpo entero cuando la chica pasó una pierna por su cintura, quedando casi sentada sobre su cintura.
Enid era tan preciosa. Tan bella bajo la luz de la luna que se colaba por la ventana, con sus ojos llenos de lágrimas, esas mejillas con un sonrojo tan precioso que sentía unas ganas enormes de apretar sus mofletes, de besarlos todo el tiempo.
-Eres hermosa, Nini -le dijo con seriedad.
Y Enid le creía, porque Wednesday nunca iba a mentirle.
Wednesday nunca iba a decir algo que no sintiera. Wednesday nunca iba a ilusionarla, a decirle mentiras sólo para hacerla feliz. No como había hecho ella.
-Perdóname -Sinclair siguió susurrando antes de inclinarse y quedar a pocos centímetros de su rostro, comenzando a mover su cadera-. Те quiero, te amo…
Wednesday quería decir algo, pero entonces Enid la besó con suavidad, sin dejar de acariciarla, sus labios rozando los suyos con fuerza, transmitiéndole un montón de cosas con ese simple gesto. Diciéndole lo mucho que la necesitaba con ese beso.
Jadeó cuando las manos de Enid acariciaron su cintura para luego quitarle la camisa del pijama. Wednesday hizo lo mismo, besando ahora el cuello ajeno, dejando que las sensaciones placenteras inundaran su cuerpo.
Enid se alejó unos centímetros, mordiendo su labio inferior, sintiendo las manos de Wednesday acariciando su trasero por debajo de su ropa interior, apretándolo, amasando sus nalgas, y gimió contra su oído al sentir de repente un dedo colándose hacia su coño, rozándole, presionándose con suavidad.
Wednesday soltó una maldición entre sus dientes cuando la mano de Enid acarició su pezón endurecido, y en modo de venganza, metió un dedo en su interior.
El gemido de Enid la volvió loca por completo.
Enid comenzó a mover su cadera contra la mano de Wednesday, con el rostro completamente ruborizado, humedeciendo sus labios, abriendo su boca en señal de placer total.
Enid la miró, sonriendo temblorosamente.
-Te amo... -susurró de forma expectante.
Wednesday mordió su labio inferior.
-Sí... yo…
Notó el momento exacto en que los labios de Enid se fruncieron en una mueca.
-Dilo, Wednesday -pidió de forma lastimosa, moviéndose con más fuerza.
-¿Qué? -detuvo sus movimientos, sintiéndose repentinamente helada.
Enid la besó, pero no respondió el beso.
-Di que me amas -susurró de manera exigente.- Dilo, dilo.
Wednesday se alejó con el corazón roto, sintiendo de pronto ganas de vomitar, quitando sus manos del cuerpo contrario.
-Enid, vuelve a tu cuarto por favor -suplico con la voz temblando.
-No-su tono era furioso. No hasta que lo digas.
-¡No lo diré, Enid! -de pronto, ya no podía hablar en voz baja-. ¡No lo diré, ¿me oíste?!
Los ojos de la chica brillaron con odio.
-¡Tenía razón, yo tenía toda la maldita razón!
Wednesday la alejó y Enid tropezó, cayendo al suelo.
-¡No es así! - las palabras salían de la boca de Wednesday sin control alguno -. ¡¿Sabes qué más?! ¡Te amo,Sinclair! ¡¿Era eso lo que querías oír?! -Enid retrocedió-. ¡AHORA VETE A LA MIERDA, SINCLAIR, NO QUIERO VERTE NUNCA MÁS EN MI PUTA VIDA!
Esta se puso de pie, saliendo del cuarto con un portazo.
Wednesday se sentó sobre la cama y soltó un jadeo de dolor, y antes de poder procesar lo que estaba pasando, comenzó a llorar.
Comenzó a llorar y no pudo detenerse por el resto de la noche.
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Necesito su opinión, quiero publixarles el fanfic que les mencione pero hay varios que tengo en proceso, empezamos por ese fic y dejo los otros de lado por un rato o que prefieren ¿?
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