Tenemos un sapo aquí

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Freddy condujo a casa del Abuelo hundido en sus pensamientos. Cuando salió de la cárcel fue con un único objetivo, seguía estando ahí pero parecía un pensamiento lejano en su cabeza, la vida que tenía en estos momentos le encantaba y era feliz como estaba. Tiene claro que debe buscar la forma de acabar con Conway, si el no lo hace lo hará Gustabo y que a él le ocurra algo es algo que no puede permitir. Condujo a toda velocidad por la ciudad hasta que por fin llego junto al Abuelo, por la llamada parecía un tema importante. Se alegró en parte del viaje de Gustabo por si había problemas, así este no se pondría en peligro.

-Hola muchacho. ¿Todo bien? ¿Ya se fue Gustabo?

-Hola Abuelo, si todo bien y si acabo de dejarlo en el aeropuerto. ¿De que querías hablar?

-Bueno, has trabajado muy bien. Bo habló conmigo y tiene razón, necesitas gente.

-¿Quieres hablar de esto en el garaje pavo?

-Si. Tengo a dos personas para ti, ya trabajamos con ellos en el pasado.

-¿Por que no trabajan con vosotros ahora?

- Ya somos demasiados, pero son de fiar y seguimos en contacto. Tu lo llevarás todo como hablamos junto a Rogelio, puedes ponerlos a prueba si quieres.

-Ten por seguro que lo voy a hacer. Aunque viniendo de tu parte me fío.

-Hay algo mas que quiero decirte muchacho, piénsatelo pero lo mejor es que abandones el taller.

-Lo he pensado, sobre todo por el maldito viejo.

-Me alegra que pienses así, no quiero que mis chicos estén en más peligro del que ellos se ponen.

-Nunca haría nada para poner a Luisito en peligro, lo sabes.

-Vayamos arriba, nos están esperando. También está otro amigo nuestro, es como un relaciones públicas

Siguió al Abuelo para subir a la casa. Claro que había pensado en dejar el taller, pero también estaba esperando a ver como salían las cosas después de su trato con Bo y él. Se fiaba de Luis por supuesto, pero ellos eran tema aparte. Gustabo estaba de su lado pero fuera del negocio de los chicos y luego estaba el problema de Dan. Algo le decía que si lograba quedarse el negocio que le ofrecieron iba a tener que tratar más con el y eso le ponía demasiado nervioso "Trucazo, serás tu el que vuelva a mi". Justo en el momento en que aquellos ojos azules invadieron su mente, escuchó la voz de Rogelio en el salón de la casa.

-Freddy, quiero presentarte al Alemán y a Cubano. Rogelio va a necesitar algo más de reposo pero mientras pueden ayudarte.

-Hola pavos. ¿Y tu eres?

-Isidoro Navarro.

-Él es un relaciones públicas digamos. No está dentro del negocio, pero se le da bien conocer y tantear a la gente. Para no meter a cualquiera tu me entiendes muchacho.

-Me da igual lo que diga el Abuelo y Bo. Voy a pegarme a tu culo unos días para saber si yo puedo fiarme de ti, mas aun sabiendo tu relación con mi chochito de fresa.

-¿Como? ¿Pero que dices pavo?

-Gustabo, de él hablo.

-¿Tu que? te voy a partir la cara neno.

-Es amigo de Gus, el nos lo presentó. Y es muy protector, un poco insoportable a veces pero ya te acostumbrarás. Os dejaré solos para que habléis, Oliver me está esperando fuera.

Doble CaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora