Doble Cara

La verdad

La noche daba a su fin y los chicos ya no sabían que más hacer; algunos habían caído por el agotamiento, otros veían el teléfono y otros conversaban entre sí. Luisito seguía ensimismado en el ordenador; ya no sabía donde ni que buscar, estaba tan cansado que apenas era capaz a ver nada en aquella pantalla. Por accidente, dio a una tecla y salió de donde estaba y vio un icono de algo que había olvidado por completo.

-Soy imbécil, soy imbécil ¿como no recordé esto antes?

-¿Que pasa Luisito? ¿Que lecoldaste?

-El localizador de Fawkes.

-¡Maldita sea! conéctalo ya, pero ya de ya tete.

-Estaba tan ensimismado que se me olvidó por completo.

-No pasa nada tete, te has acordado.

-¡Lo tengo! voy a mirar que rutas ha estado haciendo para asegurarme de que no lo tiene abandonado desde la carrera.

Luisito accedió a todos los datos del localizador de aquel coche; había permanecido estático unos días en un garaje, pero luego había unos movimientos que llamaron su atención. El primero de ellos fue la comisaría durante poco rato; un día después había ido a un lugar en el norte, había vuelto al sur y ahora llevaba horas parado en el norte de nuevo. Buscó información sobre esos dos lugares en concreto y localizó los planos para mostrarlos a todos.

-El primer lugar es este, un apartamento. No se si es que el viva aquí, antes no hay ninguna señal y estuvo poco tiempo.

-No puede ser, ¿no miraste ahí Isidoro?

-¿Que es ese lugar?

-El apartamento que compartía con Horacio.

-Ósea, que puede que tengan a Gustabo.

-No lo sabemos, ¿el iría a ese lugar?

-Sin duda tete, pero yo no lo conocía. ¿Y el otro sitio?

-Este, es en el norte, lleva horas ahí parado. No hay cámaras pero tengo los planos.

-Muy bien, olganisemonos. Tu la polisía, vienes pelo no hagas nada hasta que te lo digamos.

-Si Gus está en peligro no tienes nada que decirme.

-Eles la tapadela, no puede pasalte nada.

Los chicos se organizador y repartieron la zona yendo siempre de dos en dos; exceptuando el coche donde iría Kylie que serían tres. Esta empezó a llamar por teléfono a gente de confianza. En poco menos de 10 minutos habían llegado al lugar. Aparcaron sus coches lejos y se acercaron lo más sigilosamente posible puesto que no sabían cuantas personas había allí ni que armas podían tener. Todos se conocían bastante bien por lo que casi no necesitaban ni usar la radio, se organizaban a la perfección. Los Gambino se situaron en la parte delantera y avisaron de que tenían localizados dos coches, uno de ellos el Jester negro. Poco a poco todos comunicaron que el exterior estaba limpio; por lo que el Abuelo y Bo junto a Rogelio y Oliver se reunieron con cuidado con los Gambino. Se prepararon para entrar por la puerta delantera, no había otra salida, al menos eso creían ellos.

Los Gambino entraron primero; el Abuelo había hecho un gesto a los demás para dejarlos primero, serían los primeros en caer si tenían una sorpresa dentro y ellos les importaban poco. No encontraron nada, al entrar localizaron dos pasillos; Los Gambino y Rogelio fueron al de la izquierda y los demás por el de la derecha. Avanzaron poco a poco, intentando no hacer ruido y abriendo cada puerta que encontraban con mucho cuidado. Los Gambino llegaron al final y dieron la vuelta con las manos vacías; fueron al principio y se quedaron vigilando la puerta principal que estaba siendo cubierta por Luisito, el Alemán y Cubano desde la distancia; Rogelio avisó a Bo y fue a su encuentro.