Doble Cara

Prologo.

Unos días después.

Ya estaban de vuelta en su hogar, los días en hospital habían sido algo tediosos para ambos pero al fin estaban en casa. Freddy tenía algunas costillas rotas y varias heridas que aún debían curarse; Gustabo por su parte solo tenía algunos moretones.

Era una noche cualquiera; Gustabo estaba durmiendo e imágenes empezaron a surgir en su cabeza una y otra vez. Por unos momentos el rubio volvió una vez más a aquel cuarto y notó las manos de José María en su cuerpo de nuevo.

-¿Ves esto? Voy a divertirme mucho viéndote sufrir mientras tomo lo que es mío.

Cerró los ojos, notaba la mirada de Freddy en su cuerpo manoseado al antojo de aquel que un día creyó amar. El moreno le observaba con asco, el solo sentía humillación dentro de sí. La mano de José María se metió dentro de su ropa interior y manoseo su miembro a su antojo mientras en no hacía nada para defenderse.

-¿Sabes lo más gracioso? Que por una vez, tu te quedaste con mis sobras

Tenía ganas de llorar; pero no podía, no quería darle el placer al contrario de verse humillado por él. Quería gritar; pero su boca tampoco le respondía. Solo podía ver los ojos de Freddy en él, podía ver la vergüenza y el asco que este sentía cuando le observaba.

-Luego me ocuparé de ti, pero primero vas a saber porque Gustabo me pertenece.

El contrario puso su miembro en su entrada para darse placer, notaba cada mordisco y cada chupo que este dejaba marcado en su cuerpo y que aún eran visibles a día de hoy. Miró de nuevo al moreno, no podía moverse, su mirada de decepción le paralizaba por completo. Poco a poco notó el dolor, su entrada estaba siendo atacada por aquel hombre.

-Solo quiero divertirme un rato.

Gustabo se despertó de madrugada; en medio de la noche, su respiración era agitada y estaba sudando debido a lo que había soñado. Miró a un lado y observó a Freddy, que descansaba plácidameGustabo se despertó de madrugada; en medio de la noche, su respiración era agitada y estaba sudando debido a lo que había soñado. Miró a un lado y observó ante a su lado como cada día. Se levantó y fue sin hacer ruido a la ducha del piso inferior, no quería despertar al moreno.

Era el amanecer cuando Freddy despertó; busco a Gustabo en la habitación pero no lo encontró. Supuso que estaría desayunando, por lo que fue al piso inferior y escuchó el sonido de la ducha. Cuando entró, la imagen que encontró le descolocó y le hundió a partes iguales.

Gustabo se encontraba en el suelo de la ducha; con el agua corriendo por su cuerpo mientras lloraba en silencio lavando cada parte de su cuerpo a conciencia, tenía marcas de sangre en donde los moratones se hacían mas visibles. Freddy le observó durante unos segundos, pero el rubio estaba tan absorto en si mismo que no se dio cuenta de su presencia hasta que el moreno cerró el grifo y trato de taparlo con una toalla.

-NO.... No me toques.

-Tranquilo Tabito, no te tocare ¿vale? Estamos en casa, todo se acabó.

-No, no quiero mirarte. Te doy asco lo sé.

-Por favor, sal de ahí Gus. No te miraré si no quieres pero sal de ahí.

-No me mires

-Te dejaré la toalla aquí y saldré. Voy a llamar a Kylie ¿de acuerdo?

-Vete de aquí.

-Estaré arriba, no te molestaré. Le dejaré a Ky unas llaves fuera.

-Fuera.

Freddy salió del baño con lágrimas en los ojos, no podía creer que hubiera pasado por alto todo aquello. Recordó las palabras que Gustabo le había dado en el hospital y se lamentó de no haber hecho caso a la primera señal. Llamó a Kylie y le explicó lo ocurrido para que fuera a ayudarle y se encerró en su habitación tal y como le había prometido a Gustabo. Los minutos se le hicieron eternos hasta que escuchó la puerta abrirse y sintió algo de alivio dentro de si mismo, la rubia ayudaría a Gustabo como el no podría hacer. Se sentía completamente inútil al no hacer nada por él; no entendía como Gustabo podía pensar esas cosas de él, pensaba y pensaba en como ayudarlo pero no se le ocurría nada.