Secretos

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Freddy estaba nervioso en su casa cuando llamaron a la puerta, corrió hacia a ella con la esperanza de que se tratara de Gustabo, pero al ver a Luisito la desilusión inundó su rostro. Le dejó pasar sin decir una palabra y se fue directo al sofá. Luisito le siguió y observó la botella de whisky sobre la mesa, se sirvió y se acomodó frente al moreno que permanecía perdido por completo en sus pensamientos.

-¿Que pasa Freddy?

-No lo se neno, Gustabo se fue y no entiendo que coño pasa.

-¿Se fue? ¿Pero pasó algo entre vosotros?

-Nada. Estábamos desempacando mis cosas, de repente se puso pálido y le dio un ataque de ansiedad o algo así. Se fue de casa y no supe nada de el durante horas.

-¿Pero donde está? ¿Lo encontraste?

-Hablé con Kylie, está con el. Dice que va a quedarse allí esta noche.

-Bueno, lo importante es que esté bien Freddy.

-Pero es que no entiendo que paso neno, te lo juro que fue de la nada.

El moreno permanecía con la cabeza gacha, no miró al chico en todo eserato de conversación. Se tomaba la cabeza con las manos y frotaba su cara,Gustabo nunca había echo nada parecido y tampoco lo había tratado de ese modo.Bebió el contenido de su vaso de un solo trago y se tiró hacia atrás para miraral techo mientras se tapaba la cara con su brazo, no quería que nadie le vieraasí. Quizás estaba exagerando, pero ver el estado de Gustabo le había asustadomuchísimo. Estaba completamente perdido, sin saber que hacer y eso era algo quesiempre le había incomodado.

Luisito le dio un apretón en el muslo y se sentó a su lado sin decir nada más; le sirvió un vaso mas de whisky y se quedó a su lado hasta que Freddy se quedó completamente dormido. Luis esperó pacientemente, se aseguró de que Freddy estaba dormido y se levantó del sofá en dirección a la estantería. La verdad era que, a pesar que no creía que Freddy era un traidor, quería asegurarse; por esa razón drogó al moreno en el primer descuido que tuvo, acto que fue muy sencillo ya que este estaba muy perdido en sus pensamientos. Revisó los libros uno a uno hasta que encontró la foto de la que habló Gustabo; no sabía como era J, era algo que Gustabo nunca había contado pero sabía lo más importante.

Le hizo una foto con su móvil y se la envió por darkchat para eliminarla del teléfono y que no quedara prueba de lo que había echo. Iba a dejarla en su sitio, pero se quedó observándola un buen rato; recordó el momento en el que conocieron a Gustabo, era desconfiado y retraído con todo el mundo. Siempre se mantenía alejado y no hablaba gran cosa, les costó meses que se abriera con ellos hasta que finalmente, poco a poco, el rubio fue dándose a conocer con ellos. También recordó la noche en la que encontró al rubio borracho en un bar; lo sacó de allí y este le contó todo su pasado, dolor y más dolor fue lo que vio aquel día en el. Siempre mantuvo su secreto y nunca más volvieron a hablar del tema hasta esa noche en la que Gustabo le llamó. La verdad es que aquel hombre era bien parecido; alto, moreno y una bonita sonrisa. El y Freddy se notaban felices y cercanos en la foto. La guardó y siguió revisando todo lo que pudo sin encontrar nada más, por lo que se sentó junto al moreno y se durmió para fingir que nada había pasado cuando este despertara en un par de horas.

Ambos despertaron cuando el sol entró por la ventana desvelándolos; el moreno no dijo nada, solo se levantó y se fue a la ducha. Luisito le esperó, quería asegurarse de que estaba bien a pesar de lo que había echo pocas horas antes.

  Freddy llamó a Gustabo en cuanto salió de la ducha, pero este simplemente no contestó una vez más. Bajó a la cocina y se sorprendió al ver a Luisito allí; el había sido desde el principio el que le tendió la mano en esa ciudad y siempre tenía ese instinto protector con él. Sonrió levemente al pensar que esa noche los papeles habían cambiado y este le había cuidado durante un mal momento.

Doble CaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora