Aveces pasan cosas

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No pegaron ojo en toda la noche, la pareja planificaba en su cabeza todo lo que tenían que hacer. Gustabo seguía dándole vueltas a como descubrir quien era el que estaba amenazando su negocio, que no hubiera pistas le desconcertaba y si le apretaba demasiado iba a quedarse sin nada de nuevo. Freddy repasó uno a uno todas las bandas con las que tenía tratos; siempre había tenido mucho cuidado pero aún así la desconfianza volvió a inundar su mente. El trabajaba de forma diferente a Gustabo, el llevaba todo de primera mano y aunque no conocieran su cara; algunos si conocían su seudónimo además de conocer a sus chicos. Estaba seguro de que si Conway quería el mercado de las armas, después iría a por el suyo; ser el único proveedor de la mercancía de Toni le ponía directamente en el ojo del huracán

También pensaron en los chicos; las carreras eran la mejor forma de hacer contactos en el mundo ilegal. Si bien no había identidades, la gran parte de las mafias y proveedores acudían para divertirse, ganar dinero apostando por los corredores y para hacer contactos. Su única ventaja era Isidoro; mantenía muy bien su tapadera en las calles, conocía a todo tipo de gente y, al menos por ahora, no lo habían relacionado con ninguno de ellos. Freddy sabía que Isidoro trabajaba directamente con Gustabo; ayudarles a el y a los chicos era solo un encargo del rubio en su obsesión por tenerlo todo controlado y poder protegerlos de todo. Ese era el mayor punto débil del rubio; todos lo sabían y lo peor de todo es que Conway lo sabía.

 -¿Cómo sabéis que el viejo está detrás de todo muchachos?

-Es su forma de actuar. Primero intenta acabar con las bandas digamos de una forma legal; si eso no funciona empieza con sus infiltrados y, como ahora, buscar la manera de quedarse con los negocios y controlar todo.

-Cuando tenía mi mafia se quedo solo en la infiltración, no se como narices lo hizo ni quien fue pero poco a poco va estrangulándote y minando tu mercado hasta que te acorrala y entonces da el golpe de gracia.

-Eso quiele desir que además de quelel quedalse con el melcado posiblemente ya tenga infiltlados, ¿veldad?

-Es muy posible y eso les lleva a vosotros pituko

-Tenemos las tablets contloladas, pelo tendlemos más cuidado a la hola de dal nuevas. Solo a gente de confiansa.

-¿Sabéis si se la han podido robar a alguien?

- Pasó un pal de veses. Pelo la tablet solo funsiona con el usb y una ves que metes tus datos no funsiona con otlo. A los que les pasó les dimos otla tablet pelo no un usb.

-¿Pudieron piratearlas?

-Imposible. Cada nuevo usuario queda registrado y necesita que Bo o yo lo autoricemos para poder acceder al sistema. El sistema está bien asegurado.

-Hiciste un gran trabajo neno. Pero debemos tener cuidado, si ya tiene infiltrados puede que ya tengan la tablet para acceder a todo.

Luisito les explicó en su propia tablet como funcionaba el sistema; era un gran informático y había pensado en todo. Eso no les aseguraba nada pero confiaban plenamente en su funcionamiento. A pesar de ello, Luisito pasó días buscando cualquier posibilidad de hackeo en su sistema para poder poner cualquier cortafuegos antes de que pudieran estropear todo por lo que había trabajado junto a Bo. Si perdían eso lo perdían todo, habían invertido todo lo que tenían en su taller y sobrevivían gracias a esos negocios paralelos.

Toni estuvo días llamando a Gustabo y a Freddy para hablarles de los nuevos contactos que estaba haciendo para expandir su mercado. Gustabo investigaba a través de sus fuentes y Freddy sería el encargado de hablar con ellos y ocuparse de todo tal y como en su día había echo Gustabo cuando el tomó el negocio.

Doble CaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora