El día comenzó como cualquier otro, pero a medida que avanzaba, mi mente no dejaba de girar en torno a una única idea: Max. Desde la conversación con Fernando, no había podido pensar en otra cosa. Me había forzado a enfrentar la realidad, a dejar de ignorar lo que mi corazón había estado tratando de decirme todo este tiempo.Max no era solo mi mejor amigo. No lo había sido desde hacía mucho tiempo, aunque yo me había aferrado a esa idea porque era más fácil que enfrentar la verdad. No quería arruinar nuestra amistad, no quería perderlo, pero ahora sabía que lo que sentía por él era algo más profundo, algo que no podía seguir escondiendo, al menos, no de mí mismo.
Pasé todo el día intentando distraerme con las tareas más mundanas, ayudando a mi mamá, revisando viejos libros, pero mi mente siempre volvía a él. A su sonrisa, a cómo me hacía sentir seguro y tranquilo cuando estaba a su lado. Y lo peor de todo era que, por más que intentara reprimirlo, cada vez que pensaba en Kelly y en lo que podría pasar entre ellos, sentía un nudo formarse en mi garganta, un nudo de celos y miedo que no podía deshacer.
Finalmente, después de horas de debate interno, lo acepté. Lo que Fernando me había dicho era cierto. Mis sentimientos hacia Max eran mucho más que amistad, y eso me aterraba, pero también me liberaba de alguna manera. Al menos ya no tenía que fingir conmigo mismo. Aceptar lo que sentía era el primer paso, aunque no tenía idea de qué hacer con esos sentimientos ahora.
Y entonces, justo cuando estaba en medio de esa tormenta emocional, el timbre de la puerta sonó. Mi corazón dio un vuelco cuando abrí la puerta y vi a Max allí, con su típica expresión tranquila, pero algo nervioso al mismo tiempo. No esperaba verlo, y menos en ese preciso momento, cuando todo en mi interior estaba desmoronándose.
-Pecas -dijo suavemente, usando ese apodo que siempre me hacía sonreír, pero esta vez solo hizo que mi pecho se apretara aún más-. Necesitaba hablar contigo.
Asentí, haciéndome a un lado para dejarlo pasar. Caminó junto a su bastón hacia la sala con pasos tranquilos, y me quedé mirándolo por un segundo, sintiendo ese nerviosismo crecer dentro de mí. No tenía idea de lo que estaba a punto de decirme, pero algo en su tono me puso en alerta.
Nos sentamos en el sofá, y Max dejó escapar un suspiro antes de hablar.
-He estado pensando mucho en lo que hablamos sobre Kelly -comenzó, su tono serio pero calmado-. Y bueno... he decidido que voy a pasar su primer celo con ella.
Sentí como si me hubieran dado un golpe en el estómago. El nudo en mi garganta que había estado controlando todo el día se apretó más fuerte, tanto que por un momento pensé que no podría respirar. Pero aún así, forcé una sonrisa y festejar, tratando de parecer feliz por él, aunque en mi interior todo estaba destrozado.
-Eso... eso es genial, Max -dije, mi voz sonando mucho más débil de lo que esperaba. Tragué saliva, intentando mantener la compostura. No podía romperme frente a él, no ahora-. Me alegra que lo hayas decidido.
Max frunció el ceño ligeramente, como si pudiera sentir que algo no estaba del todo bien. Sabía que me conocía mejor que nadie, y si no encontraba una excusa rápido, lo descubriría.
-Es solo que... -comencé, buscando desesperadamente una salida-, vi una película triste antes de que llegaras y... bueno, creo que me afectó más de lo que pensaba y no habia parado de llorar hasta que llegaste, pero veo que volvió el sentimiento.
-¿Una película triste? -preguntó Max, claramente dudando de mi respuesta, pero no presionó.
-Si-, dije evitando su mirada, y comencé a hablar sobre una película que había visto días antes, contándole la trama con detalles que apenas recordaba, solo para mantener la fachada. Pero mientras lo hacía, sentía las lágrimas empezar a acumularse detrás de mis ojos. Estaba haciendo todo lo posible por mantenerme firme, pero cada palabra que salía de mi boca hacía que el dolor en mi pecho creciera aún más.
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¡Hey Pecas! || Chestappen
Fanfiction"No necesitas ver el mundo, porque en cada palabra y cada gesto me has mostrado más belleza de la que jamás podría imaginar."