Estaba solo en el salón de clases, sentado en una de las esquinas, con la cabeza apoyada en mis rodillas, mientras intentaba ocultar mis lágrimas. No quería que nadie me viera así, débil. Pero a veces no podía evitarlo. Los comentarios de Esteban se me metían en la piel como espinas."¡Pecas, pecas, pareces un dálmata!" Era su broma favorita, y aunque intentaba ignorarlo, cada palabra me pesaba más. Mis pecas siempre habían sido un motivo de inseguridad, algo que me hacía sentir diferente, y Esteban no perdía oportunidad de recordármelo. Mis lágrimas caían silenciosamente, hasta que escuché el suave sonido de un bastón deslizándose por el piso. Levanté la vista y lo vi a él, Max, acercándose con su paso cuidadoso. En cuanto me escuchó, dejó de moverse, preocupado.
—¿Qué pasa, Checo? —su voz sonaba angustiada, como si sintiera mi dolor sin tener que verme realmente. Dobló su bastón con calma y se sentó a mi lado. Su presencia me llenó de un extraño alivio, aunque todavía no quería que supiera que estaba llorando.
—Nada, Maxie —contesté rápidamente, limpiándome las lágrimas con el dorso de la mano. Intenté sonar fuerte, pero mi voz me traicionó.
Max, con su calma inquebrantable, inclinó la cabeza hacia mí, como si pudiera ver más allá de mis palabras.
—Te oigo llorar —susurró suavemente—. Algo pasa.
Cerré los ojos un momento, tragando el nudo en mi garganta. No quería hablar de ello, no quería que Max pensara que era débil, pero había algo en él, en su voz tranquila y su manera de estar siempre a mi lado, que me hizo querer soltarlo todo.
—Es solo el menso de Esteban —dije finalmente, mi voz temblando de frustración—. No para de burlarse de mis pecas. Dice que parezco un dálmata y que ningún alfa me querrá.
Max guardó silencio por un momento, como si estuviera procesando lo que le había dicho. Sabía que él no podía ver mis pecas, pero parecía comprender exactamente cómo me sentía.
—A mí me gustan tus pecas, —dijo con una sonrisa tímida.
—No dirías eso sí las vieras—, susurré.
—Mmm... No lo creo —llevo una de sus manos a mi cara. —Eres muy bonito, pecas.
Me sorprendí, no solo por sus palabras, sino por el apodo que acababa de usar. Pecas. Nadie me había llamado así antes, y aunque normalmente lo habría odiado, viniendo de Max sonaba diferente. Sonaba especial. No había burla en su tono, no había malicia, solo una genuina ternura.
Lo miré, aunque sabía que él no podría ver mi expresión, y me sentí... mejor. De alguna manera, el simple hecho de que Max me llamara "pecas" con tanto cariño transformó esa inseguridad en algo que me hacía sentir único. Como si lo que antes era una debilidad ahora pudiera ser una fortaleza.
—¿De verdad soy bonito? —le pregunté, todavía inseguro.
Max asintió, con una de sus típicas sonrisas tranquilas.
—Sí y lo eres más cuando te ríes, cuando estás feliz, y me imagino que tus pecas se ven más cuando lo haces. —Tocó mi hombro con delicadeza—. No dejes que Esteban te haga sentir mal. Él no sabe lo que se pierde. Tu alfa de seguro será lo que más amará de ti y si no lo hace lo pateare.
Su comentario me arrancó una pequeña sonrisa, y por primera vez, en lugar de sentir vergüenza por mis pecas, me sentí... orgulloso. Porque Max me había mostrado que lo que me hacía diferente también me hacía especial. Desde ese día, él empezó a llamarme "pecas" siempre, y lo que alguna vez fue una fuente de inseguridad, se convirtió en uno de mis mayores orgullos. Max nunca dejó que olvidara que ser diferente era algo bueno.
Estaba pensando en subir un final alternativo y algunos capítulos extra. Pero no se si quieren un final alternativo o no. 😟
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¡Hey Pecas! || Chestappen
Fanfiction"No necesitas ver el mundo, porque en cada palabra y cada gesto me has mostrado más belleza de la que jamás podría imaginar."